El presidente de Estados Unidos Donald Trump podría aceptar un avión Boeing 747-800, valuado en aproximadamente 400 millones de dólares, como obsequio de la familia real de Qatar para que sea utilizado como la aeronave oficial presidencial, conocida como Air Force One. La aeronave, de 13 años de antigüedad, sería destinada a reemplazar temporalmente los actuales aviones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, en un proceso que, según fuentes oficiales, sería gestionado de manera transparente y legal.
El anuncio de esta posible donación estaba previsto para coincidir con la próxima gira de Trump por Oriente Medio, en la que visitará países como Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, fuentes cercanas a la Casa Blanca indicaron que la entrega del avión no se realizará durante ese viaje, y que aún se están resolviendo detalles legales y técnicos para autorizar la aceptación del regalo.
El avión, conocido como «el palacio en el cielo», sería modificado para adaptarse a las necesidades del presidente y, en un futuro cercano, pasará a formar parte de una fundación en nombre del propio Trump. Este tipo de donaciones de alto valor plantean dudas legales y éticas, aunque fuentes oficiales confirmaron que un informe legal avaló la aceptación del obsequio, considerando que su transferencia a manos privadas y su uso oficial cumplen con las normativas vigentes.
Las negociaciones y decisiones sobre este posible regaló generan atención en el ámbito político y aeronáutico, dado el alto coste y la singularidad de la transacción. La adquisición de nuevos aviones oficiales continúa en proceso, ya que el Gobierno estadounidense cuenta actualmente con dos aeronaves en servicio desde los años 90, y los planes para su renovación aún están en etapa de planificación, con una entrega prevista para 2029.
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