Una filtración masiva de más de 5 terabytes de archivos internos expuso presuntas operaciones secretas de la principal televisora del país, Grupo Televisa, para manipular la opinión pública mediante el uso de perfiles falsos, campañas de desinformación y ataques sistemáticos contra políticos, empresarios y periodistas.
El reportaje, titulado “TelevisaLeaks: La fábrica de mentiras, manipulación y guerra sucia,” revela que desde las oficinas en Chapultepec, un equipo especializado conocido como Palomar habría coordinado estrategias para promover agendas específicas, desacreditar adversarios y consolidar el poder mediático de la empresa. Liderado por Javier Tejado Dondé, actual vicepresidente de la oficina de información del gobierno mexicano, este grupo habría actuado bajo las órdenes de altos ejecutivos de la firma, incluyendo a Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez.
Según los archivos filtrados y publicados por Aristegui Noticias, Palomar habría llevado a cabo reuniones continuas denominadas “War Room”, en las cuales se definían líneas de ataque, perfiles a desacreditar y mensajes a difundir, mediante la fabricación de noticias falsas, videos manipulados y campañas en redes sociales amplificadas por perfiles automatizados o bots. Para ello, se habría contratado a empresas como Matrix to Index, que gestionan cientos de perfiles en plataformas como X (antes Twitter), Facebook y blogs que simulan ser medios de comunicación, alcanzando millones de seguidores y visitantes mensuales.
Entre los objetivos principales de estas operaciones se encuentran figuras públicas como el empresario Carlos Slim, a quien se le responsabilizó por el colapso de la Línea 12 del Metro en 2021, y la periodista Carmen Aristegui, quien fue objeto de campañas difamatorias y montaje de chats falsos que la vinculaban con supuestos actos de corrupción. También figuran figuras políticas y judiciales, incluyendo ministros de la Suprema Corte y gobernadoras, a quienes se les busco deslegitimar mediante contenidos diseñados para dañar su imagen pública.
Uno de los episodios más polémicos fue la creación de denuncias falsas de abuso sexual contra el hijo del magistrado Jorge Arturo Camero Campo, con el objetivo de desacreditarlo por sus decisiones judiciales contrarias a los intereses de Televisa y el gobierno federal. Trabajadores internos habrían grabado contenidos con voces distorsionadas y rostros difuminados para fabricar pruebas en estas campañas.
Hasta el momento, los directivos de Televisa no han emitido declaraciones oficiales sobre las revelaciones. El escándalo, que ha sido calificado como uno de los casos de manipulación más graves en la historia mediática del país, plantea serias dudas sobre la integridad de las operaciones internas de una de las empresas de comunicación más influyentes en México y plantea un debate sobre los límites éticos en el uso del poder mediático y tecnológico.
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