Mientras el mundo espera la elección del sucesor del Papa Francisco, en Roma se baraja una opción inédita en la tradición vaticana: el uso de sotanas reutilizadas de cónclaves anteriores. La tienda Gammarelli, especializada en vestimenta eclesiástica desde 1798, sería responsable de proveer las prendas para el nuevo Papa, en un gesto que podría reflejar una preocupación por el medio ambiente, una de las prioridades del pontífice argentino fallecido.
Tradicionalmente, las vestimentas papales, incluyendo la sotana, son confeccionadas por los sastres Gammarelli, quienes preparan varias prendas en diferentes tallas para que el Papa pueda elegir la que mejor le quede en su primera aparición pública. Sin embargo, en esta ocasión, el Vaticano optaría por reutilizar sotanas de papas anteriores. Lorenzo Gammarelli, director de la tienda, confirmó que esta sería la primera vez en décadas que no se realiza un pedido completo para un nuevo pontífice.
«El Vaticano nos informó que se han ocupado de ello», señaló Gammarelli, quien añadió que, en el pasado, la tienda preparaba hasta tres sotanas por cónclave, pero ahora solo podrían contar con las existentes, muchas de ellas de papas históricos como Juan XXIII. La intención sería, según estimaciones, que el nuevo Papa salga vestido con una sotana ya utilizada en algún cónclave previo, en un acto que podría simbolizar un compromiso con la sostenibilidad y el rechazo al despilfarro.
El proceso de vestir al Papa, que suele durar unos días, implica la preparación manual de la sotana, un trabajo que requiere precisión y dedicación. «Siempre hacemos tres trajes para estar preparados, pero si no tenemos uno nuevo, usamos uno de los existentes», explicó Gammarelli. La familia, que trabaja en la tienda desde hace generaciones, también ha adoptado medidas para identificar las prendas que corresponden a cada papable, una práctica que se remonta a la elección de Juan XXIII en 1958, cuando una sotana fabricada a medida tuvo que ser ajustada en medio de la ceremonia.
La opción de reciclar vestimentas papales residiría, además, en una especie de homenaje a las ideas del Papa Francisco, quien criticaba los excesos y promovía un estilo de vida austero y respetuoso con el medio ambiente. Aunque aún no hay confirmación oficial, la medida sería un símbolo de respeto por la tradición y la sostenibilidad.
La tienda Gammarelli, ubicada a pocos pasos del Panteón, alberga exhibiciones con retratos de todos los papas y una variedad de telas y accesorios religiosos. Para cada nuevo Papa, la preparación de la sotana y demás prendas suele tardar alrededor de tres días y medio, un proceso en el que la experiencia y la tradición se combinan con la necesidad de adaptarse a las medidas del electo.
Desde la tienda, Gammarelli comentó que, en ocasiones, han tenido que improvisar cuando las medidas del candidato son inusuales o cuando las prendas existentes no encajan perfectamente. La posibilidad de reutilizar sotanas anteriores, en este contexto, sería un paso más en la historia de la vestimenta papal, que busca mantenerse en sintonía con los valores del pontífice en funciones y en su legado.
Este año, la familia Gammarelli ya había comenzado a preparar las vestimentas para el cónclave, sin prever la necesidad de modificar su plan debido a la inédita decisión de reutilización. Solo resta esperar la elección del nuevo Papa y ver si esta iniciativa se concreta, marcando un hito en la tradición vaticana.
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