El telescopio espacial James Webb ha logrado un avance significativo en la astronomía al capturar, por primera vez, imágenes directas de dióxido de carbono (CO2) en un exoplaneta fuera del sistema solar. Este hallazgo, realizado en el sistema HR 8799, ubicado a 130 años luz de la Tierra, proporciona nuevas evidencias sobre la formación de planetas gigantes similares a Júpiter y Saturno.
Las observaciones fueron posibles gracias a los coronógrafos del telescopio, que permitieron investigar la luz infrarroja en longitudes de onda específicas, revelando la presencia de gases atmosféricos en estos cuerpos celestes. Según el equipo de científicos liderado por el astrofísico William Balmer de la Universidad Johns Hopkins, estos hallazgos indican que los cuatro planetas gigantes de HR 8799 se formaron de manera similar a los gigantes gaseosos de nuestro propio sistema solar.
El descubrimiento no solo marca un avance en la identificación de la composición atmosférica de los exoplanetas, sino que también sugiere que estos planetas pueden contener una fracción considerable de elementos pesados, como carbono, oxígeno y hierro. «Teniendo en cuenta lo que sabemos sobre la estrella en torno a la que orbitan, esto indica probablemente que se formaron por acreción del núcleo, lo cual es una conclusión apasionante», afirmó Balmer.
El estudio, publicado en la revista The Astrophysical Journal, también incluyó observaciones de otro sistema exoplanetario, 51 Eridani, situado a 96 años luz. HR 8799 es un sistema joven, con aproximadamente 30 millones de años, lo que significa que sus planetas aún emiten grandes cantidades de luz infrarroja, proporcionando así datos valiosos para investigar su formación y evolución.
Los científicos consideran que entender cómo se forman los planetas en otros sistemas solares puede ofrecer pistas sobre la naturaleza de nuestro propio sistema solar y, por extensión, sobre la vida en la Tierra. «El objetivo es comprender nuestro propio sistema solar, la vida y a nosotros mismos en comparación con otros sistemas exoplanetarios», comentó Balmer.
A pesar de que hasta ahora se han obtenido imágenes directas de muy pocos exoplanetas, el telescopio James Webb ha demostrado su capacidad para observar planetas débiles cercanos a estrellas brillantes, allanando el camino para futuras investigaciones que busquen determinar la naturaleza de los objetos que orbitan otras estrellas. Con el uso de sus avanzados coronógrafos, el equipo de Webb planea continuar explorando la composición de otros planetas gigantes en el universo.
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