Cuba experimentó un apagón generalizado que dejó a la isla a oscuras durante cerca de 40 horas, marcando el cuarto corte total de electricidad en menos de seis meses. Según el director de Energía Eléctrica, Lázaro Guerra, el servicio comenzó a restablecerse lentamente el domingo, aunque algunas regiones del oeste del país continuaban desconectadas del sistema eléctrico interconectado que va desde Mariel hasta Guantánamo.
Durante la mañana del domingo, el sistema eléctrico generaba 935 megavatios (MW), mientras que la demanda diaria del país supera los 3,000 MW. En la capital, La Habana, con una población de aproximadamente 2.1 millones de habitantes, solo el 19% de los hogares había recuperado el servicio eléctrico, lo que evidencia la magnitud del impacto del apagón en la vida de los cubanos.
La interrupción del suministro eléctrico ha generado serias complicaciones en la vida cotidiana de los 9.7 millones de habitantes de la isla. La falta de electricidad ha provocado la pérdida de acceso a agua potable y gas, fallos en las comunicaciones telefónicas en varias regiones y un casi total colapso del transporte público. Este evento ha reavivado las preocupaciones sobre la fragilidad del sistema eléctrico cubano, que sigue enfrentando desafíos significativos en su capacidad para satisfacer las necesidades básicas de la población.
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