“La escuelita del terror”. Así fue como los jóvenes que fueron reclutados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) llamaban al Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, donde fueron hallados restos humanos, prendas de vestir, cartas y otros objetos que indican que en el lugar eran privados de las libertad y cremadas cientos de personas.
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco fueron quienes denunciaron el hallazgo del crematorio clandestino, pero no era la principal función del terreno. Indira Navarro, lideresa del grupo, compartió a Radio Fórmula, el testimonio de uno de los jóvenes que logró sobrevivir y escapar “del mismo infierno”.
En entrevista radiofónica con Manuel Feregrino, Navarro compartió que uno de los jóvenes que salió del Rancho Izaguirre le contó que cuando estuvo en el adiestramiento había 200 personas, quienes tenían que enfrentarse a condiciones infrahumanas y a ejercicios para demostrar su fuerza y capacidad para pasar a una siguiente etapa, de un total de tres.
“Esta finca ya tenía poco más de tres años operando, me comentan estos jóvenes porque eran de diferentes años que estuvieron ahí. Que le decían ‘la escuelita del terror’. ¿Qué hacían? (Los instructores) les hacían pelear entre ellos, para ver quién tenía más fuerza (…) Muchos no aguantaban el adiestramiento, unos por simplemente quejarse los mataban, otros porque de plano no aguantaban caían y morían, y nosotros teníamos que hacer agujeros, unas fosas, poníamos una cama de piedras o ladrillos, les echábamos gasolina lo que se pudiera para que prendiera, se usaba una, dos, tres veces y se tapaba”, compartió Indira Navarro sobre lo que le contaron que pasaba al interior del terreno.
Fase uno de tres del adiestramiento
El Rancho Izaguirre era -según este testimonio- la fase inicial del adiestramiento de los jóvenes que eran reclutados por el CJNG. Ellos recibían un pago, sin embargo, se les descontaba por la comida y para solventar otros gastos.
Cuando los reclutados “la libraban” eran puestos a prueba en el campo de batalla y los enviaban a Zacatecas y Michoacán, entidades donde la presencia del cártel de las cuatro letras se ha hecho más visible por los enfrentamientos con grupos antagónicos por el control de la zona. En caso de sobrevivir en este nuevo escenario, la última fase consistía en un adiestramiento realizado por ex militares colombianos y “kaibiles”, soldados del Ejército de Guatemala.
“Un joven me dijo: si la librabas ahí (en la escuelita) te mandaban a la guerrilla, a Zacatecas, Michoacán, las colindancias, y si tu llegabas a librarla ya era cuando matabas a alguno de ellos era cuando salías.
Ese (rancho) era el kínder apenas, después de graduarte te mandaban a la prueba que era irte de sicario con armas de verdad con todo a la pelea, como carne de cañón, si se querían deshacerse de ti te mandaban a lo más feo, si tú llegabas a salir de ahí ya pasaste al segundo nivel”, dijo Navarro en la entrevista para Radio Fórmula.
La ubicación de uno de los espacios donde cruzan la última etapa de la enseñanza está ubicada a cuatro horas y media de la zona metropolitana de Jalisco, en la zona montañosa de la entidad.
Rancho Izaguirre: las alertas sobre el crematorio clandestino del CJNG que no se atendieron
A 57.9 kilómetros del centro de Guadalajara se encuentra el Rancho Izaguirre, un predio donde autoridades de Jalisco descubrieron crematorios clandestinos que se presume son usados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El rancho se ubica en la comunidad La Estanzuela, en el municipio de Teuchitlán. El pasado 5 de marzo, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco acudieron al sitio en la búsqueda de familiares desaparecidos, luego de que recibieron una llamada anónima sobre la presencia de presuntos restos humanos.
Hasta el pasado domingo, la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas había registrado los siguientes indicios en el sitio: cinco lotes de restos óseos fragmentados, 400 prendas de vestir (incluido calzado y mochilas), 96 casquillos de diversos calibres, tres libros, una libreta y una identificación oficial.
De acuerdo con el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, los jóvenes reclutados por el crimen organizado —que son engañados mediante falsas ofertas de trabajo— eran trasladados a este rancho, toda vez que era usado como un campo de adiestramiento y un crematorio clandestino de manera simultánea.
“No es verdad lo que te prometen, al llegar a ese lugar te quitan todas tus pertenencias, ilusiones y les perteneces prácticamente a ellos (…) Así es como terminan gran parte de los jóvenes reclutados. Al principio llevan una emoción de querer ganar o querer sentirse superior trayendo un arma, pero la mayoría están dentro de esos crematorios”, indicó el colectivo el pasado 7 de marzo.
Los antecedentes del Rancho Izaguirre
Una de las interrogantes planteadas es la manera en que pudo operar este rancho si ya había sido intervenido el año pasado. En septiembre de 2024, autoridades de Jalisco desplegaron un operativo en el rancho y detuvieron a 10 personas y liberaron a dos más, mismas que se presume estaban privadas de su libertad.
Durante esas diligencias, los uniformados sostuvieron un enfrentamiento armado con un grupo de sujetos desconocidos, tras el cual varios de los agresores lograron huir.
En esa ocasión, las autoridades también localizaron el cuerpo de una persona de identidad reservada y diversos restos humanos. Debido a ello, el rancho supuestamente fue asegurado por la Fiscalía estatal, con el objetivo de iniciar las indagatorias correspondientes y evitar la comisión de más delitos.
Sin embargo, cuando los integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco acudieron al rancho el pasado 6 de marzo, indicaron que los sellos de aseguramiento estaban rotos. Fue así como surgió el cuestionamiento sobre las labores que se realizaron cinco meses antes.
“¿Cómo es que no encontraron estos crematorios? ¿Por qué cuando llegamos nosotros los sellos y candados ya no estaban y dejaron la puerta abierta? Por algo no dijeron nada antes», expresó el colectivo en sus redes sociales.
Una respuesta a lo anterior la proporcionó el fiscal Salvador González de los Santos, aunque fue poco convincente. Al ser cuestionado sobre el rancho mencionado, confirmó que es el mismo que fue intervenido en septiembre de 2024.
El fiscal justificó que esa vez no se pudo procesar todo el predio debido a su extensión. Pese a ello, aseguró que las autoridades realizaron las diligencias correspondientes.
“Es un rancho bastante grande. En aquel entonces hubo 10 detenidos, liberaron a dos personas, se hizo una búsqueda en ciertas partes desde luego del rancho, se encontraron algunos restos; sin embargo, no se pudo procesar todo el rancho porque son bastantes hectáreas”, indicó el fiscal.
“El colectivo tenía información respecto a cierto punto donde se encontraban estos restos. Efectivamente se encontraron, no quiere decir que no se haya buscado (…) Se buscó. Lo que se encontró en la bodega ya estaba todo procesado, se hicieron los cruces con diversas carpetas para verificar si pudieran corresponder con algunas personas desaparecidas”, agregó.
Ante esta situación, el fiscal González giró instrucciones para iniciar una investigación ante los órganos de control internos para deslindar responsabilidades y determinar si hubo omisiones en la búsqueda realizada el pasado mes de septiembre. En caso de proceder, advirtió con sancionar a los funcionarios responsables.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum también abrió la posibilidad de que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso para esclarecer lo sucedido.
Respecto a los nuevos indicios que se han localizado en el predio y que no se detectaron en septiembre de 2024, la Fiscalía de Jalisco lo atribuyó a una modalidad que no había sido empleada con anterioridad, misma que consiste en calcinar los restos humanos y ocultarlos bajo una losa de ladrillo, lo cual dificulta su hallazgo por parte de las autoridades.
Con información de Infobae.
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