Durante el homenaje realizado al conductor de Ventaneando, Daniel Bisogno, quien falleció el pasado 20 de febrero a los 51 años, tras complicaciones derivadas de un trasplante de hígado, su compañero y amigo, Pedro Sola, lo despidió con un emotivo mensaje:
“El final de una época muy difícil para mí y para nuestra familia de trabajo en Azteca. Daniel para mí no fue nada más un compañero de trabajo, para mí fue un hermano. Era tan solidario, tenía una simpatía, para todo”.
Pedro Sola fue el encargado de abrir el homenaje a Daniel Bisogno en el lugar donde dio su última función, el Centro Cultural Teatro 2. Del mismo modo, no desaprovechó la oportunidad para expresar su admiración por él:
“Yo cuando lo conocí era un jovencito, yo lo llevé a Azteca con Pati y ella se dio cuenta del potencial. Empezó a hacer programas y se los comió a todos. Tenía una inteligencia superior a muchísimos”.
Daniel Bisogno deja un vacío significativo en la televisión mexicana, especialmente en el ámbito de los programas de espectáculos, donde su presencia fue fundamental por décadas. Su fallecimiento marca el fin de una era para Ventaneando, programa en el que se mantuvo como un pilar principal y que rindió homenaje a su destacada trayectoria.
A pesar de su partida, el legado de Daniel Bisogno continuará vivo en la memoria de quienes lo conocieron y lo admiraron. Su contribución al mundo del espectáculo en México, su carisma frente a las cámaras y su capacidad para conectar con la audiencia lo convierten en una figura inolvidable. Su fallecimiento representa una pérdida irreparable para el medio, pero su impacto en la televisión y en el corazón de sus seguidores perdurará por muchos años.
Con información de Infobae.
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