Por: José Francisco Castillo Madrigal
Una noticia reciente que me dio mucho gusto, primero por tratarse de un amigo personal y segundo porque conozco de su preparación, capacidad y actitud positiva -que mucho bien harán al área que le será encomendada- fue el nombramiento del todavía Rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, como subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Y reitero, su llegada al cargo hará mucho a la educación superior en México, ya que esta enfrenta rezagos y desafíos que requieren atención urgente para asegurar un futuro próspero y equitativo para las nuevas generaciones. A pesar de los avances en la cobertura y el acceso a la educación, persisten problemas estructurales que limitan el potencial de los jóvenes mexicanos y, en consecuencia, el desarrollo del país.
En reciente entrevista, el propio Villanueva reconoció que uno de los retos que siguen vigentes es justo ese: ofrecer mayor cobertura de la educación superior. Es decir, que menos jóvenes se queden sin un espacio en una universidad pública. Eso implicará, por supuesto, toda una planeación para que la oferta educativa vaya emparejada con la demanda de profesionales que existe en el mercado laboral y una bien llevada estrategia de orientación vocacional.
Uno de los principales rezagos hasta nuestros días, sigue siendo la calidad de la educación. Aunque se ha incrementado el número de instituciones y programas educativos, la calidad de la enseñanza sigue siendo desigual. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo 40% de los programas educativos en las universidades públicas y privadas del país están acreditados por organismos de calidad. Esta falta de homologación impide que muchos estudiantes reciban una educación de excelencia que los prepare adecuadamente para el mercado laboral.
Otro rezago significativo es la infraestructura. Muchas universidades carecen de instalaciones adecuadas y actualizadas para ofrecer una formación moderna y competitiva. Laboratorios, bibliotecas y espacios tecnológicos son limitados, lo que restringe las oportunidades de aprendizaje y desarrollo de habilidades prácticas para los estudiantes.
Y si de retos hablamos, insisto, uno de los más apremiantes es la equidad en el acceso a la educación superior. Aunque el acceso ha mejorado, todavía existe una brecha significativa entre distintos sectores de la población. Los jóvenes de áreas rurales y de bajos ingresos enfrentan mayores obstáculos para ingresar y permanecer en la educación superior. La falta de recursos económicos, la necesidad de trabajar y la ausencia de una cultura educativa en sus comunidades son barreras que deben superarse.
Además, la vinculación entre la educación superior y el mercado laboral es deficiente. Muchos egresados se enfrentan a un desempleo o subempleo, ya que las competencias adquiridas durante su formación no siempre se alinean con las demandas del mercado. Es fundamental fortalecer la colaboración entre universidades y empresas para garantizar que los programas educativos respondan a las necesidades reales del entorno laboral.
Otro desafío es la internacionalización de la educación. A pesar de los esfuerzos por promover la movilidad estudiantil y la colaboración con instituciones extranjeras, México todavía está rezagado en comparación con otros países. Fomentar la internacionalización no solo enriquece la experiencia educativa de los estudiantes, sino que también eleva el prestigio y la competitividad de las universidades mexicanas.
La educación superior en México enfrenta rezagos significativos y desafíos apremiantes que deben abordarse con una visión integral y comprometida. Mejorar la calidad educativa, garantizar la equidad en el acceso, fortalecer la vinculación con el mercado laboral y promover la internacionalización son pasos cruciales para transformar el panorama educativo del país. Ahí radican las áreas de oportunidad que tendrá enfrente Villanueva. Él puede ser la pieza clave para que se logre unir a gobierno, instituciones educativas, sector privado y sociedad civil en aras de construir un sistema educativo que ofrezca oportunidades reales de desarrollo y crecimiento para todos los jóvenes mexicanos.
Le deseo éxito en su encomienda.