Nueva York se vio envuelta en una situación de emergencia el pasado domingo, cuando dos pacientes fueron trasladados de manera urgente a un hospital de la ciudad, generando alarma por una posible exposición al ébola. La intervención de equipos de emergencia, vestidos con trajes de protección contra materiales peligrosos, despertó la preocupación entre los testigos y las autoridades locales.
Los pacientes, que habían viajado recientemente a Uganda, presentaban síntomas que inicialmente suscitaron temores sobre una posible infección por ébola. Sin embargo, fuentes cercanas al caso han indicado que, tras un análisis más detallado, la situación podría estar relacionada con un contagio de norovirus, una enfermedad gastrointestinal menos grave pero altamente contagiosa.
Los socorristas realizaron el transporte desde un hospital situado en la intersección de East 125th Street y Lexington Avenue hacia el Hospital Bellevue, donde se llevaron a cabo pruebas adicionales para confirmar la naturaleza de la enfermedad. Mientras tanto, el Departamento de Salud de la Ciudad reabrió las instalaciones afectadas y permitió que el personal de emergencia continuara con su labor utilizando equipo de protección personal básico.
El ébola, conocido por su letalidad y transmisión a través del contacto con fluidos corporales, presenta síntomas severos como fiebre hemorrágica, vómitos y diarrea. Aunque los síntomas del ébola y del norovirus pueden parecer similares, este último generalmente no resulta mortal, lo que reduce la preocupación sobre un brote inminente de la enfermedad en la ciudad.
Las autoridades continúan monitoreando la situación y han instado a la población a mantener la calma mientras se llevan a cabo las pruebas diagnósticas pertinentes. A pesar del susto inicial, la comunidad neoyorquina puede respirar un poco más tranquila mientras se esclarece la situación de salud pública.
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