Windhoek, Namibia – Sam Nujoma, el emblemático líder de la lucha por la independencia de Namibia y su primer presidente, ha fallecido a la edad de 95 años. Su muerte, anunciada el domingo por el actual presidente Nangolo Mbumba, se produjo tras un período de hospitalización en la capital namibia debido a problemas de salud. Mbumba expresó su pesar al informar que «los cimientos de la República de Namibia se han remecido» con la pérdida de una figura que fue fundamental en la historia del país.
Nujoma, conocido como el «padre de la nación», fue una figura clave en la lucha contra el apartheid sudafricano, liderando la Organización del Pueblo de África del Sudoeste (SWAPO) durante casi tres décadas de exilio, hasta que Namibia logró su independencia en 1990. Su retorno marcó un hito en la historia del país, del cual se convirtió en el primer presidente, ocupando el cargo durante 15 años y dejando un legado de democracia y reconciliación nacional.
Durante su mandato, Nujoma fue reconocido tanto por sus logros en la construcción de una Namibia unida y democrática como por su controvertida retórica antioccidental. A pesar de sus críticas a Occidente, logró establecer relaciones diplomáticas significativas, siendo el primer líder africano recibido en la Casa Blanca por el presidente Bill Clinton en 1993. Clinton lo describió como «el George Washington de su país».
Nacido en una familia humilde en el norte de Namibia, Nujoma experimentó de primera mano las injusticias del colonialismo y la opresión. Su activismo político comenzó a una edad temprana, y después de ser arrestado en 1959 por participar en protestas contra el dominio sudafricano, se vio obligado a exiliarse. Durante este tiempo, consolidó su liderazgo en la SWAPO y dirigió la lucha armada que culminó en la independencia de Namibia.
A lo largo de su vida, Nujoma fue un defensor de la unidad nacional, ayudando a sanar las heridas dejadas por la guerra y promoviendo la inclusión de diversas comunidades en el proceso de gobernanza. Aunque su legado está marcado por controversias, su influencia en la política namibia y su papel en la lucha por la libertad son innegables.
Su fallecimiento ha generado una ola de condolencias tanto a nivel nacional como internacional, recordando a Nujoma como un líder que dedicó su vida a la causa de la libertad y la justicia. La nación namibia y el continente africano lamentan la pérdida de un ícono que, a lo largo de sus 95 años, dejó una huella imborrable en la historia de su país y la lucha por la igualdad en África.
El legado de Sam Nujoma perdurará en la memoria colectiva de Namibia, y su vida será recordada como un testimonio del poder de la resistencia y la búsqueda de la libertad.
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