
Los líderes del G7 anunciaron este viernes nuevas sanciones para hacer pagar a Rusia por la guerra en Ucrania y reafirmaron su compromiso de ayudar a Kiev “el tiempo que sea necesario”.
El Grupo de los Siete desveló esa posición en un comunicado conjunto al término de una reunión a puerta cerrada sobre Ucrania, que se celebró en el primer día de la cumbre de mandatarios en Hiroshima.
Entre las sanciones que acordaron aplicar van en términos de acortar financiamientos de Moscú y su uso de productos y materiales que puedan emplearse en la industria militar, entre las que destacan restricciones a “nuevos sectores clave” como el de la construcción, el transporte y los negocios.
Las nuevas medidas también tratarán de evitar que Rusia pueda eludir las sanciones vigentes, lo que comprende trabajar con terceros países “a través de los cuales los bienes, servicios y tecnologías restringidos por el G7 pueden ser suministrados” a Moscú.
En términos generales, el Grupo de los Siete explicó que sus nuevas acciones buscan cortar el acceso de Moscú al sistema financiero internacional y “limitar sus ingresos energéticos y futuras capacidades de extracción”, según el comunicado.
“Estamos imponiendo más sanciones y medidas para aumentar el coste para Rusia y para aquellos que apoyan su esfuerzo bélico”, dijeron los líderes en su comunicado, en el que también renovaron su compromiso para apoyar a Ucrania a nivel financiero, humanitario, militar y diplomático.
Por su parte, Rusia minimizó las acciones a decir de el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, minimizó el impacto de las sanciones de la Unión Europea y el Reino Unido contra del comercio de diamantes rusos.
“Como muestra la práctica con otras mercancías, con otros productos. Si los dejan de comprar en un lugar, comienzan a comprarlos en otros. En esto no se generan lagunas”, declaró en su rueda de prensa diaria.
Según el portavoz de la Presidencia rusa, “el mercado mundial es muy móvil y rico en direcciones alternativas”.