La desaparición de hombres para «enrolarlos» en bandas del crimen organizado y convertirlos en sicarios, además de la presencia de presuntos violadores, provocaron que vecinos del municipio de Juárez, a 23 kilómetros de la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León, norte de México, se organizaran en un grupo de autodefensa ciudadana contra la violencia e inseguridad.
Este grupo surgió ante la nula respuesta de las autoridades por la problemática de inseguridad que permea en específico en cinco colonias (vecindarios) que integran una zona conocida como «El Cerrito».