En solo tres meses, el fuerte aumento mundial de la inflación ha empujado a la pobreza a unos 71 millones de personas que viven en países en vías de desarrollo, según un análisis presentado este miércoles por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El alza de los precios, sobre todo de alimentos y energía y vinculado en parte a la guerra en Ucrania, ha desencadenado «una crisis del costo de la vida sin precedentes en la memoria reciente» que está teniendo un «impacto devastador» en los hogares más pobres, señala esta agencia de la ONU.