Cerca de 50.000 aficionados acudieron este domingo al Soldier Field de Chicago para animar a las selecciones de México y de Ecuador, que se enfrentaron en un partido amistoso preparatorio para el Mundial de Catar 2022 en el que ambos se sintieron locales, coreados y apoyados en un ambiente de fiesta.
Ya a partir de las primeras horas de la mañana, por el centro de Chicago aparecieron camisetas verdes de México y amarillas de Ecuador, marcando el comienzo de una fiesta que se trasladó horas después al Soldier Field, a pocos más de media hora caminando del centro de la ciudad.