El sindicato del sector del automóvil de Estados Unidos, United Auto Workers (UAW), criticó la inversión de 1.000 millones de dólares en México anunciada el jueves por General Motors (GM) y la calificó como «una bofetada en la cara» para los trabajadores y contribuyentes estadounidenses.
El vicepresidente de UAW, Terry Dittes, señaló en un comunicado que «en un momento en el que General Motors está solicitando una significante inversión del Gobierno de Estados Unidos en subsidios para los vehículos eléctricos, esto es una bofetada en la cara no solo para los afiliados de UAW y sus familias, sino también para los contribuyentes y los trabajadores estadounidenses».