La activista mexicana Margarita López, que desde que desapareció su hija en 2011 excava montañas en todo el país en busca de cuerpos, se encuentra en delicado estado de salud debido a una huelga de hambre de 35 días.
«Si de algo sirve que yo me quede aquí o muera aquí, si sirve como precedente para que las víctimas sean escuchadas, aquí me voy a quedar», explicó a Efe López, que se encuentra en un plantón frente a la Secretaría de Gobernación, en ciudad de México.