Decidieron pasar las fiestas de Navidad y de Año Nuevo lejos de sus hogares y de sus familias porque la batalla no ha terminado. Son centenares de médicos voluntarios de todo el territorio mexicano que se trasladaron a Ciudad de México para apoyar en sus desbordados hospitales.
«El 17 de diciembre se vislumbraba una situación crítica en la atención médica de la Ciudad de México por la falta de personal médico en los hospitales», rememora este domingo para Efe el doctor Edgar Jesús Zitle, llegado desde el norteño estado de Sonora.