Por: Carlos E. Martínez Villaseñor
La situación en la que vive una de las tres ciudades más importantes del país, como es Guadalajara, dentro de su aeropuerto, pareciera la viva anarquía en el siglo 21.
Entre pleitos con Uber y Taxistas; Gobierno Local-Estatal-Federal; Ejidatarios contra Gobierno; y ahora rematamos con la inexistente operación cautelar frente al coronavirus, un virus epidemiológico que ha causado grandes pérdidas humanas… Así estamos viviendo. Un aeropuerto sin medidas de seguridad en estos momentos, donde podemos ver gente acampando en el estacionamiento, sí, acampanado; así como personas en camionetas tomando bebidas alcohólicas al son de música de banda.
Un Estado que representa económica y turísticamente un enorme valor para el país. ¿Qué dirán los extranjeros al llegar a un aeropuerto sin ley, sin norma, sin voluntad política? Esto no es nuevo, y desde las pasadas administraciones lleva “resolviéndose”, pero sin llegar a claros objetivos, mientras personas bajan de sus coches atemorizados por la penumbra de sus estacionamientos, sin elementos de seguridad, donde la policía federal tiene sus carros guardados y ahora hasta “viene viene” contamos dentro de los carriles centrales. ¿Hasta cuándo? ¿Qué falta?.
Las medidas que se han implementado, donde la gran mayoría es a la voz de la fuerza, no han dado resultado. Si bien es cierto, el área del aeropuerto es zona federal, claro, pero ¿los terrenos de que área son? Entre el Grupo Aeroportuario del Pacifico, Tribunales Colegiados, Ejidatarios del Zapote, actores y actrices de este show; pero ahora les falta que los habitantes de Jalisco, turistas y visitantes, también son parte del elenco. ¿Buscas estacionamiento? al día de hoy tienes una cuota preferencial de solo 20 pesos, sólo 20 pesos sin límite de tiempo, así la cuota “voluntaria” es la que te piden los ejidatarios al llegar a un aeropuerto donde el servicio es de todos.
Estas mesas de trabajo, de analistas, de asumir pagos y cuentas, serán un cuento de nunca acabar. Notas, reportes y columnas, donde durante años se ha descrito perfectamente la situación medieval en la que se vive este asunto.
Ahora, hablemos del “coronavirus” y las implicaciones que esto lleva, al no tener un dispositivo de seguridad frente a este virus internacional. Por el momento no hay ningún operativo o dispositivo estratégico en marcha, a pesar de la alerta, que no sólo compete a México, sino a todo el mundo. Esto va más allá de mandar un aviso a las personas que viajan, esto va más allá de buscar con folletos prevenir esto. El tema de salud no puede ser un juego, al igual que la anarquía en la que se mueven las instalaciones del Aeropuerto de Guadalajara. Es evidente la falta de protocolo, incluso en este tema. Difícil ver la situación, cuando todos ven primero su negocio. Sabemos que quienes manejan el estacionamiento, quieren emitir una demanda por los 30 millones de pesos que han sufrido en pérdidas, pero, ¿qué hay de los vuelos retrasados y de la impunidad en la que se tiene este sitio?
Expandirlo, no sé si sería la opción viendo todo este panorama. Sin monitoreo de seguridad en diversas zonas, sin monitoreo de entradas y salidas, sin monitoreo en cuestión de prevención al virus, sin monitoreo de actos en contra de cualquier reglamento en estacionamientos, sin monitoreo de los nuevos “viene viene” y “aparta lugares”….
Esta es la realidad, esta es la impunidad en la que se vive un aeropuerto de peso como el de nuestra ciudad.