El dolor de cabeza es el principal motivo de consulta médica. Pero existen muchos tipos de cefaleas y no nos afectan a todos por igual.
Los expertos clasifican los dolores de cabeza en dos grandes grupos. Las cefaleas primarias, que se producen cuando el dolor de cabeza es el único o principal síntoma de la enfermedad.
En este caso, la cefalea en tensión sería el tipo de dolor más prevalente seguido de las migraña y de las cefaleas por estímulos fríos.
EL dolor de cabeza provocado por compresión externa, por abuso de medicación, tos, por ejercicio físico, asociada a la actividad sexual o la cefalea en racimos, serían también otros de los tipos más comunes de cefaleas primarias.
Según publica la Sociedad Española de Neurología (SEN) en su Guía Oficial de la Práctica Clínica de Cefaleas: entre un 85-90% de la población ha tenido algún episodio de cefalea en el último año.
En concreto, las cifras de prevalencia de la cefalea en los países occidentales oscilarían entre el 73-89 por ciento de la población masculina y entre el 92-99 por ciento de la población femenina.
Además, “se ha producido un aumento notable en la cefalea tipo tensión frecuente y en la cefalea tipo tensión crónica”, señala la Dra. Patricia Pozo Rosich, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
En cuanto a las cefaleas secundarias, que son aquellas en las que el dolor de cabeza es un síntoma de otra enfermedad, destaca la cefalea por resaca (72%), por fiebre (63%), asociada a alteraciones metabólicas (22%), al ayuno (19%), a alteraciones en la nariz o en los senos (15%), a trauma craneal (4%) o a alteraciones oculares (3%).
Ante el aumento de casos los expertos consideran fundamental conocer los factores que pueden influir en la cronificación de la cefalea, lo que permitiría conocer mejor los mecanismos implicados en la perpetuación del dolor, así como actuar sobre ellos para modificar su evolución.
Además, el dolor de cabeza crónica se asocia a una mayor discapacidad y pérdida de productividad, a un mayor número de consultas médicas, hospitalizaciones y costes económicos.
Por otro lado, el abuso de la medicación, y los opiáceos, los barbitúricos, la cafeína y los triptanes son los fármacos que más típicamente y en un menor tiempo favorecen la cronificación de la cefalea.
Y es que, las crisis de dolor, especialmente en la migraña, producen una importante limitación en la actividad de los que la sufren obligando a reducirla en más de un 50 por ciento, precisando de reposo en la cama hasta en el 20-30 por ciento de los casos.
“También interfieren en las relaciones familiares y en el ocio, e incluso podría determinar limitaciones en la educación o en el desarrollo profesional por su inicio precoz, muchas veces en la infancia o en la adolescencia”, según cuenta la especialista.
Además, las cefaleas primarias no solo suponen una carga en la calidad de vida, sino también un coste para la sociedad y el individuo.
“En nuestro país, suponen un coste de 2.000 millones de euros anuales por pérdida de horas de trabajo”, destaca la Dra. Patricia Pozo Rosich.
