El gobierno del presidente ecuatoriano Lenin Moreno acordó hoy con el pueblo de Chontapunta una auditoría de la actividad hidrocarburífera y el confinamiento de la frontera petrolera en el bloque 21, lo que puso fin a un paro que impidió el funcionamiento de 36 pozos petroleros del país.
Los dirigentes indígenas advirtieron que si se violan los acuerdos, volverán a tomar las calles, y se comprometieron a vigilar de gestión gubernamental en Napo, indicó el diario en línea Ecuador Inmediato.
Las negociaciones entre el gobierno y la Federación de Organizaciones Indígenas de Napo (FOIN), la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), permitieron levantar el paro en Chontapunta, provincia de Napo.
La acción de fuerza impidió el funcionamiento de 36 pozos petroleros y mantuvo el cierre de la vía estatal que conecta a esta provincia con Orellana.
Los moradores de Chontapunta se manifestaron durante cinco días para exigir el cumplimiento de varios acuerdos gubernamentales, que ahora se amplían a la auditoría integral de las actividades hidrocarburíferas y la no ampliación de la frontera petrolera en el bloque 21, citó Ecuador Inmediato.
El gobierno ofreció además mejorar la movilidad de esta parroquia, soluciones en temas laborales, infraestructura, servicios básicos, educación, vivienda, salud, créditos, producción, entre otros.
El vocero de la CONFENIAE, Marlon Vargas, dijo que «ante cualquier incumplimiento, nos tendrán nuevamente en las calles».
Además, en un comunicado, la CONFENIAE ratificó que los más de mil 500 comuneros que participaron de este paro permanecerán vigilantes, pues reconocen a la «movilización como mecanismo de exigibilidad y lucha».
Las medidas de hecho serán una posibilidad mientras el gobierno insista en la implementación de medidas económicas y políticas neoliberales que afecten a los intereses de la mayoría del país, dijo el comunicado.