El canciller mexicano Marcelo Ebrard aseguró en Estados Unidos que el primer objetivo en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es combatir la corrupción y el segundo reducir la pobreza lo más pronto posible.
México no tendrá seguridad si no resuelven los problemas de corrupción, no disminuye la pobreza e impulsa cambios en la sociedad, para lograr un crecimiento más rápido y sostenido, advirtió el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Tras señalar que se necesita planificar y tener una visión a largo plazo, de unos 30 o 40 años, dijo que la corrupción genera privilegios, desigualdades y es una de las razones principales que explica por qué en el país no hay el Estado de derecho que se requiere.
Por esa razón, expuso, combatir esa práctica es el primer paso para tener estabilidad en la economía, acelerar la innovación y construir un país más competitivo. «Es por esto que el combate a la corrupción es el primer objetivo en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador», recalcó.
Al participar en la 49 Conferencia del Council of the Americas en Washington, Estados Unidos, Ebrard precisó que en México hay 52 millones de personas que viven en la pobreza, de manera que si las tendencias continúan como están ahora pasarán más de 50 años trabajando para tener la oportunidad de ser parte de la clase media.
Por ello, abundó, el segundo objetivo más importante de México es reducir la pobreza lo más rápido posible, trabajando para que «nuestra gente encuentre nuevos caminos para mejorar su calidad de vida y ser parte de la clase media».
Expuso que en el sur del país existe una de las poblaciones más pobres y hay 62 comunidades indígenas muy grandes que han estado esperando durante muchos años para obtener oportunidades significativas.
El canciller destacó que el gobierno mexicano inició un nuevo proceso para darles una oportunidad a «marginados y excluidos», lo que sólo puede suceder mejorando el sistema de salud y educativo, así como el acceso a Internet y muchas iniciativas encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
México necesita agregar valor a su economía y hacer algo más que esperar a que el mercado resuelva los problemas, además trabajar en el marco de una de las regiones más competitivas del mundo, con oportunidades en diversas áreas para aumentar esa competitividad frente a Asia y otros continentes y regiones, puntualizó.
«No se trata de si el Estado debería encontrar las soluciones para el mercado, sino de invertir más dinero en conjunto, diseñar un futuro para nuestro país con una visión común sobre la tecnología y la energía, porque en la actual administración se tiene la idea de que México puede crecer más rápido que el dos por ciento», subrayó.
