La Comisionada Política del Partido del Trabajo local, Magdalena Núñez Monreal, alertó que cada día más mujeres buscan portar un arma para usarla en defensa personal, lo que evidencia el incremento en feminicidios y violencia derivados de la falta de estrategias de seguridad efectivas.
“El problema de la violencia contra las mujeres y feminicidios ha traído como consecuencia el incremento de casi 50 por ciento en las solicitudes o permisos para la portación de armas por parte de las mujeres ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Es clara la inseguridad que vivimos día con día”, comentó.
Refirió que acuerdo con cifras de la Sedena, el promedio mensual de permisos otorgados para mujeres aumentó 49 por ciento, al pasar de 166 en 2018 a 248 este año.
En 2018 se sumó un total de ocho mil 711 permisos para la compra de armas, de los cuales, cerca de dos mil fueron para mujeres y seis mil 708 para varones.
“Si bien es cierto que el incremento de denuncias en materia de violencia y feminicidio solo ha subido un 5 por ciento en lo que va del año, el hecho de que el número de mujeres que solicitan este permiso para su defensa, nos habla de la gravedad de violencia que viven las féminas en nuestro país”, apuntó.
Indicó que de acuerdo con organizaciones no gubernamentales, las políticas públicas contra la violencia e inseguridad han tenido resultados negativos, pues los primeros tres meses de este año son los más violentos en la historia de la nación.
De acuerdo con Núñez Monreal, las mujeres han tomado la decisión de portar un arma para defensa personal, “lo que se traduce en un grito de auxilio porque no hay resultados en el tema de seguridad”.
Núñez Monreal dijo que con la puesta en marcha de la Guardia Nacional y su estrategia para combatir la violencia, inseguridad y el crimen organizado se tienen que ver resultados a mediano plazo.
Pese a esta medida sobre la portación de un arma o tramitar su permiso, la representante del Partido del Trabjo (PT) comentó que hay casos donde una mujer es señalada de ejercer violencia o agresiones en contra de su pareja y es juzgada por ello, sin embargo, se debe aplicar la perspectiva de género.
“Hay que ver cuáles fueron las circunstancias que obligaron a cometer un delito violento; es importante que se juzgue con perspectiva de género, porque no sabemos si fue en defensa propia”, puntualizó.