El Atlético de Madrid ha dado un paso de gigante para acceder a los cuartos de final de la Champions League al derrotar a domicilio al Bayer Leverkusen por dos goles a cuatro, en un gran partido de Gameiro.
La mejor manera de empezar el partido es dominando el juego y marcando un golazo. Esto fue lo que hizo el Atlético de Madrid porque el Bayer Leverkusen propuso un choque abierto, de ida y vuelta permanente con las defensas bastante expuestas. Carrasco tuvo la primera gran ocasión pero Leno respondió con un paradón. En la misma jugada, un defensa estrelló el balón contra el larguero en un mal despeje. Fue tanto el cántaro a la fuente que Saúl mandó el balón a la escuadra en un balón cruzado. Golazo.
El rendimiento del Atlético era el ideal ante un rival que seguía arriesgando sin mirar el marcador. En otra gran jugada del Atlético, Gameiro, el mejor de los rojiblancos mientras estuvo en el campo, ganó la partida a los centrales para dejarle el balón en bandeja a Griezmann y hacer el segundo tanto. Mejor imposible para el equipo del Cholo. Así se llegó al descanso porque Moyá realizó un paradón cuando la más de 20.000 carracas festejaban el primer tanto.
En la reanudación, el Bayer acertó en su primera aproximación. Una jugada bien ligada permitió a Bellarabi recortar la desventaja. No se amilanó el Atlético y Gameiro se fabricó un penalti que después transformó. Con el 1-3, el Leverkusen se metió en el partido con dos errores rojiblancos. Moyá no acertó a despejar un centro del rival y estrelló el balón contra su compañero Savic para que acabase el balón en la red y después Simeone quitó a Gameiro para meter al medio centro Thomas, un cambio que dio alas al rival.
Lo pasó mal el Atlético en el último cuarto de hora. Savic y Filipe salvaron goles bajo los palos y cuando se veía más cerca el empate apareció el Niño Torres, que había entrado por Carrasco, para hacer el tanto de la tranquilidad y dejar encarrilado el pase a los cuartos de final a falta de la vuelta en el Calderón.
