Por: José Ángel Gutiérrez Aldana
Las cúpulas del Partido Acción Nacional (PAN) en Jalisco, buscan a marchas forzadas cerrar negociaciones para que sea un empresario su candidato a la gubernatura del Estado en 2018. Y su principal cabildero sigue siendo nada más ni nada menos, que el Arzobispo Emérito de Guadalajara, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez.
Hasta el momento se han realizado al menos tres reuniones en la casa del Cardenal, en San Pedro Tlaquepaque, con la esperanza de que ya pronto se logre una respuesta favorable. A las mismas han acudido miembros del Consejo Directivo Estatal y otros panistas de renombre, entre los que se encuentra el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña.
Entre los líderes empresariales que han sido formalmente invitados, se encuentra el actual presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales, Manuel Herrera Vega. Pero éste ha sido claro con los panistas, comentándoles que él tiene en lo inmediato otros proyectos.
Aunque Manuel Herrera se ha preparado durante años, pensando no solo en hacer política empresarial sino también aparecer en una boleta aspirando a algún cargo de elección popular, tiene claro que bajo las condiciones actuales del PAN en Jalisco y frente a un candidato ya muy consolidado, tiene escasas posibilidades de éxito. En cambio, ya tiene todo allanado para, una vez concluido su período en la Concamin, llegar a presidir el Consejo Coordinador Empresarial, el máximo órgano de la iniciativa privada a nivel nacional. Lo político-electoral, puede esperar para después.
Otro empresario que ha recibido formal invitación, es Daniel Curiel, actual Coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), quien igualmente les ha externado que no le interesa (o no al menos, ante las circunstancias previstas).
Un tercero y en quien están centradas actualmente las esperanzas, es el actual presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Jalisco, José Medina Mora.
De hecho, esperan que en un plazo no mayor a 15 días se tenga una respuesta positiva, para pasar al siguiente nivel.
Y aunque algunas voces advierten que los estatutos de la COPARMEX impiden que un presidente saliente sea candidato a puestos de elección popular uno o dos años posteriores a su período, lo cierto es que no hay tal impedimento. Bastará entonces con que Medina Mora les dé el sí.
Colocar a un empresario como candidato deja fuera de la jugada a algunos panistas que ya aspiran a la candidatura, pero todos tienen claro que la que viene, tendrán candidatos por designación y aunque hagan berrinche, poco podrán hacer.
Y es que en el PAN creen que de avanzar favorablemente las cosas en los Estados donde este año habrá elecciones y, de mantenerse buenas expectativas para sus dos principales aspirantes a la Presidencia de la República, Margarita Zavala y Ricardo Anaya (colóquelos en el orden que usted guste), esa tendencia puede contagiar a Jalisco.
Sus cálculos se fundamentan en el hecho de que a estas alturas, lo único claro rumbo a 2018 es que el PRI ha perdido toda posibilidad y la elección por tanto, será entre dos: el candidato de MORENA Andrés Manuel López Obrador y quien los panistas decidan sea su abanderado(a). Estiman que ante un PRI débil y un López Obrador con tendencia a la alza pero que aún deja dudas a muchos mexicanos, las posibilidades albiazules son muy reales.
En una elección presidencial, la cobija alcanza para todos y siempre termina ésta influyendo en la tendencia del voto en los Estados, muy particularmente en Jalisco.
