En un estudio de la Universidad de Innsbruck, en Austria, se llegó a la conclusión de que la gente con personalidades oscuras prefieren sabores amargos, por lo que quienes gustan del café o el gin tonic son más propensos a exhibir signos de maquiavelismo, psicopatía, sadismo y narcisismo.
Para llegar a esta resolución, los investigadores juntaron dos grupos, uno de 500 y otro de 450 voluntarios, y los sometieron a cuestionarios sobre sus gustos en sabores de comida y bebida, mostrándoles una larga lista con el mismo número de alimentos dulces, salados, agrios y amargos, y pidiéndoles que los calificaran acorde a sus preferencias.
A continuación se les aplicaron cuestionarios de personalidad para medir sus niveles de agresividad y sus rasgos de maquiavelismo, psicopatía, sadismo y narcisismo.
Así, al cruzar la información y verificarla con el segundo grupo, los investigadores llegaron a la conclusión de que la preferencia por los alimentos amargos está vinculada a personalidades oscuras y podría significar tendencias psicopáticas.
En resumen, para los psicólogos, las personalidad con preferencia por los sabores amargos son más propensas a ser hipócritas, egoístas, carentes de empatía, vanidosos y egoístas, y con mayores probabilidades de obtener placer observando el dolor ajeno.