La dermatóloga Ana Rosa Alvarado Rivas, señaló que tomar duchas cortas con agua tibia e hidratar la piel, son dos recomendaciones para reducir el riesgo a desarrollar resequedad y las complicaciones que puedan derivan de ésta, sobre todo adultos mayores y niños menores de cinco años.
«En especial, durante la temporada de invierno, en que el clima es seco, dichas recomendaciones, junto al uso de ropa abrigadora, que proteja la mayor extensión de piel posible, cobran especial relevancia», indicó la experta.
La adscrita al Hospital General Regional (HGR) No. 14 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco dijo que los baños prolongados y con agua caliente podrían aumentar hasta en un 40 por ciento la resequedad en la piel e incluso la incidencia de quemaduras de primer grado en el considerado órgano más extenso del cuerpo.
También, permanecer demasiado tiempo bajo el agua, tallarse con estropajo y no utilizar cremas humectantes suele dar como resultado «un círculo vicioso de resequedad, inflamación y rascado, hasta que comience una lesión y ésta se extienda, provocando un cuadro delicado de dermatosis».
Añadió que estos problemas cutáneos son cosa de todos los días. «Tomar baños calientes durante largo rato se antoja, pero debemos entender que esto afecta la piel, la reseca mucho, más si inmediatamente nos vestimos. Eso estamos haciéndolo mal», advirtió.
Alertó que un tono rojizo en la dermis, comezón, sensación y apariencia de resequedad, irritación, ardor y hasta lesiones, son síntomas de una afección dérmica que debe ser evaluada médicamente porque, de agravarse, puede alcanzar estructuras más profundas y ameritar tratamientos más largos y complejos.
Reiteró que la recomendación es tomar baños breves y con agua tibia, no tallar demasiado la piel, usar jabones neutros de preferencia, y aplicarse crema corporal humectante.
«Tales exhortaciones van dirigidas a la población en general, pero con mayor énfasis hacia padres de familia y responsables del cuidado de personas de la tercera edad o con alguna enfermedad crónica como la diabetes que también tiende a incrementar el riesgo a resequedad», puntualizó.
