Respecto al show de Stand Up Comedy «Sofía Niño de Rivera» en el Teatro Degollado, recibimos el punto de vista de Alberto Velarde, mismo que compartimos a los lectores de cabeceramx:
No entiendo la razón de tan innecesaria polémica. Desde el pasado sábado 27 de febrero he leído con extrañeza que hay quienes critican que un show de Stand Up Comedy se presente en el Teatro Degollado. Parece que no recuerdan que no es la primera vez que un espectáculo de comedia se presenta en dicho recinto. Además, veo opiniones que, desde mi punto de vista, parten del desconocimiento del género y del trabajo de la propia Sofía Niño de Rivera. Para quienes no la conozcan, Sofía es una de las pioneras del Stand Up Comedy en México, que se ha presentado en diversos foros del país y del extranjero. Es una comediante que ha recibido la oportunidad de grabar un especial para la plataforma de video en demanda más importante a nivel mundial, verdadera razón de llevar a cabo el show en el Teatro Degollado de Guadalajara, lo que significaría una excelente proyección para la ciudad y para el mismo foro. Es más, el comediante y músico Tim Minchin, se ha presentado en el Royal Albert Hall de Londres, uno de los teatros más emblemáticos del mundo.
Respecto a las opiniones que señalan al Stand Up Comedy como un show digno solo de bares y tugurios, que sólo fomenta la misoginia y la homofobia, les invito a que primero lo conozcan. El Stand Up Comedy es un género que parte de la observación o la vivencia, que incluye una gran crítica social, prepondera la originalidad, pues cada comediante debe escribir su material. Dentro del mismo existen muchos estilos, cada uno valioso y divertido. Vayan a uno de los shows que se hacen con los grupos de Guadalajara y emitan su opinión partiendo del conocimiento, no del rencor, el coraje infundado o la envidia.
Antes de dedicarme al Stand Up Comedy fui promotor cultural y productor de teatro. Pude conocer a fondo la problemática de la comunidad cultural de Guadalajara. Estoy seguro que el problema no radica en por qué a Sofía sí y a otros no. El problema es más profundo, más complicado. Es cierto que se necesitan verdaderas políticas de apoyo a los proyectos de artistas locales, que les pueda ser más fácil conseguir un foro para presentarse, pero también es necesario que quienes quieran exponer su trabajo se preocupen por la calidad del mismo. Y con calidad, no sólo me refiero en la puesta en escena, también en sus medios de publicidad, en el diseño de los carteles y en todo lo que conlleva una producción profesional. Seamos honestos, hay un miedo terrible de usar la palabra «comercial». ¿Que de malo hay en ser comercial? ¿Que el teatro no es su fuente de trabajo? ¿Que no es necesario que sea autosustentable financieramente hablando?
Dice la leyenda que cuando un espectáculo indigno se presente en el Teatro Degollado, el águila que habita arriba del escenario dejará caer la cadena y provocará el derrumbe del recinto. Dejemos que el águila decida. ¿O no?
