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Recordando el 22 de abril de 1992 en Guadalajara

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Ya pasaron 24 años de la fecha que fue el parteaguas en la historia de Jalisco. Familias destruidas, miles de damnificados, lesionados que aún sufren los daños de aquella fatídica mañana de miércoles de Pascua. El desastre quedó impune: no hay detenidos ni personas responsabilizadas por el siniestro; aún más grave, muchos de los funcionarios responsables de negligencia, retornaron al poder cuando el PRI ganó Jalisco en las elecciones de 2012. Los tapatíos simplemente olvidaron el daño hecho.

Aquella mañana y en menos de cinco minutos, más de trece kilómetros de calles desaparecieron por una serie de explosiones en el colector de aguas negras que corría por el subsuelo del sector Reforma.

Cifras oficiales hablan de 210 muertos y más de mil 500 heridos. Entre los sobrevivientes, las huellas aún son visibles, tanto físicas como psicológicas y odos tienen una historia que contar.

La impunidad es el sello de la tragedia. Entre los implicados del desastre se encontraba Enrique Dau Flores, entonces alcalde de Guadalajara, quien a pesar de ser detenido y procesado, lo liberaron por falta de elementos. No sólo eso, durante las administraciones panstas fue privilegiado con importantes cargos públicos como la Comisión Estatal del Agua. Con el regreso del PRI, ahora es la mano derecha del gobernador Aristóteles Sandoval.

¿Y qué decir de Guillermo Cosío Vidaurri? El ex gobernador jamás fue molestado o sancionado a pesar de diversas negligencias que le imputaron, como meter maquinaria pesada a la zona del desastre cuando apenas estaban buscando los cadáveres.

Así como estos dos funcionarios, hay decenas que nunca, simplemente nunca, fueron sancionados. Lo curioso es que el PRI que gobierna Jalisco es el mismo que en 1992 no supo que hacer con la emergencia.

A principios de 1992, Guadalajara atravesaba por importantes cambios: la ciudad no solamente cumplía 450 años, si no que además estrenaba la línea 2 del Tren Ligero.

Entre la ciudadanía se formaba la ilusión que La Perla de Occidente se convertía en una ciudad cosmopolita y se reafirmaba como la segunda en importancia del país, un ejemplo de ello fue que la Primera Cumbre de Mandatarios de América Latina ocurrió apenas unos meses antes y la sede fue el Hospicio Cabañas.

Aquel año también hubo elecciones locales. A principios de febrero, comenzó la turbulencia política después de la victoria del PRI en 122 municipios, incluyendo la alcaldía de Guadalajara. Terminaba la administración de Gabriel Covarrubias Ibarra y tomaba el cargo Enrique Dau Flores.

La llegada al poder no sería fácil: hasta marzo hubo manifestaciones de partidos políticos de oposición que declaraban ilegítimo el triunfo del tricolor. Sin embargo, la crisis política del PRI apenas comenzaba, las nubes de tormenta comenzaban a formarse.

Cronología antes de las explosiones:

En Guadalajara, las advertencias de una tragedia se asomaban desde muchos años antes:

25 de marzo de 1985:

Primera explosión del drenaje en calles de Guadalajara. Volaron 800 metros de la calle Sierra Morena, cerca de la Fuente Olímpica por acumulación de gases en el subsuelo.
Octubre de 1991:

Reportan estallido de tapaderas del drenaje en la colonia Valle del Alamo. Acumulación de gases en el subsuelo.

Lunes 17 de enero de 1992

3:00 horas: Vecinos de la colonia Valle del Alamo reportaron fuertes olores a gasolina provenientes del subsuelo de las calles Góndola, Rieles y Túnel. La fuga se originó de la gasolinera Tarahumara ubicada en Góndola y Lázaro Cárdenas. Era una advertencia que no se daba un buen manejo al combustible en Guadalajara.

20 de abril de 1992
7:00 horas. Vecinos de las calles 20 de Noviembre, Gante y Francisco Silva Romero se quejan de un fuerte olor a gasolina proveniente del drenaje. Refieren que el olor a combustible apareció 10 días atrás, pero se intensificó durante la madrugada. Sobre la calle Sierra Morena, en la colonia Monumental, vecinos también se quejan de olores a combustible.

21:00 horas: Botan las tapas de alcantarillas y testigos refieren que columnas de gases emanan de ellas. En la colonia Quinta Velarde, gran cantidad de cucarachas y ratas son vistas saliendo del drenaje, era tal que algunas tapizaban el pavimento.

23:00 horas: Se informó que la crisis en el sector Reforma fue controlada, sin embargo, una hora después, reapareció el olor a gasolina.

21 de abril de 1992

3:00 horas: Bomberos, personal del ayuntamiento y gobierno del Estado instalaron vigilancia permanente en las calles de Reforma.

9:30 horas: El mayor Trinidad López Rivas, en aquel entonces Director del Cuerpo de Bomberos de Guadalajara, se traslada al cruce de las calles de Gante y 20 de Noviembre con doce elementos de tropa, donde ya trabaja personal de PEMEX y Siapa. Se informó por primera ocasión que la situación era delicada, millones de litros de combustible se estaba fugando y se dispersaron a través del colector que atraviesa el sector Reforma.

10:30 horas: El gobierno municipal y estatal exigieron que no se entrará en una situación de pánico y que una evacuación era innecesaria.

16:30 horas: Como las autoridades desconocían el origen de la fuga, durante cuatro horas, trabajadores de Siapa y PEMEX vaciaron el agua de cuatro pipas en el drenaje para limpiarlo; mientras tomaban las primeras muestras para analizar la sustancia en los drenajes y que estaba combinada con el agua.

20:30 horas: Al finalizar la descarga las autoridades se retiraron, solamente permanecen en la calle de Gante cuatro bomberos y dos policías vigilando las alcantarillas destapadas.

21:30 horas: El olor no desaparece, por el contrario se intensifica; la situación comienza a tornarse más delicada y se informa de ello al alcalde Enrique Dau Flores.

23:30 horas. Dos horas después de la descarga de agua, mientras la crisis continuaba en el sector Reforma, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, cerca de la planta de La Nogalera, se reportó una nueva fuga. La controlaron arrojando más agua al drenaje.

22 de abril de 1992

3:30 horas: Una tapadera de alcantarilla se botó sobre la calle de Río Bravo, hecho que causa alarma y motivó que al menos una oncena de bomberos se trasladaran al sitio. A menos de un kilómetro otro grupo de tragahumos vigilaba en el cruce de Gante y 20 de Noviembre.

7:30 horas: El mayor Trinidad López Rivas concede una entrevista a Jorge Aguila y Rosa María Ibarra, declara que aún no tienen los resultados de los estudios en PEMEX, pero en caso de que hubiera riesgo, procederían a la evacuación inmediata de la zona; por el momento “no había necesidad de ello”.

8:00 horas: El olor era insoportable en las casas y el nerviosismo entre vecinos aumentaba. Algunos, incluso, se fueron a refugiar a viviendas de sus familiares en otra zona de la ciudad.

8:30 horas: Se confirman resultados que habían sido divulgados por un medio local en la mañana. Datos de PEMEX informaban que había 100 por ciento de explosividad; inexplicablemente había 200 mil litros de hidrocarburos en el drenaje. Sin embargo, la versión oficial no hablaba de gasolina, sino la acumulación masiva de gas hexano producida por la combinación de agua y otros químicos que iban a determinar. El derrame se expandió por el colector e iba desde la Calzada Independencia hasta la planta de La Nogalera, por la ruptura del oleoducto que llegaba desde la ciudad de Salamanca. En cualquier momento podía estallar el drenaje.

9:30: Los medios trataban de calmar a la población y repetían los datos que divulagaban las autoridades. Trinidad López Rivas se retira de la calle Gante y deja seis bomberos destapado colaredas. La tragedia en Guadalajara estaba a punto de consumarse.

El día de la explosión

Aunque eran vacaciones y a pesar del hedor a gasolina, muchos negocios estaban abiertos. Las calles cercanas a Gante y 20 de Noviembre habían sido cerradas a la circulación y algunos niños aprovecharon para salir a jugar. Las señoras hacían su mandado aunque no dejaban de preocuparse porque grifos de baños y cocinas derramaban gasolina pura.

09:40:

Personal del Cuerpo de Bomberos de Guadalajara mantenía la vigilancia y seguían destapando tapaderas para ventilar el drenaje e impedir la acumulación de gases.

10:00:

Una partida de bomberos se retira para realizar otras actividades de monitoreo y tres de ellos permanecen en la zona de Gante, supervisando junto con policías.

10:09: La tragedia.

Inicia la explosión en la calle de Gante y 20 de Noviembre, siguiendo el trazo del colector. Hacia el oeste por 20 de de Noviembre hasta Aldama y Calzada Independencia. Hacia el este llegó por la colonia Quinta Velarde y después de serpentear por la colonia Atlas, llegó a La Nogalera. A tres calles paralelas de Gante, la calle Violeta, también estalló.

En menos de tres minutoss la onda expansiva recorrió 13 kilómetros de calle, destruyendo todo a su paso. Testigos relatan un estruendo brutal, con un impresionante eco. Otros menciona que hubo llamaradas. Fincas colapsaban, vehículos volaban y caían en azoteas, la gente era lanzada al aire y después quedaban sepultados. El estallido atravesó avenidas importantes como la Olímpica, González Gallo hasta llegar a R. Michel

El día se transformó en noche pues una densa nube de tierra cubría las zonas siniestradas y manzanas aledañas. Cuando el polvo se disipó, quedaba una inmensa zanja a mitad de la calle. Gente herida trataba de levantarse y caminar, otros gritaban y varios estaban sepultados. Cuando regresó la lucidez, sabían que ocurrió lo inevitable; “ya explotó”.

10:12:

Mientras que algunas personas corrían para protegerse, pues temían otra explosión, muchos vencieron sus miedos y se acercaron para ayudar a las personas que salían de los escombros. Arriban los primeros cuerpos de emergencia, paramédicos de la Cruz Roja Guadalajara.

10:15:
La segunda de 13 explosiones que habría ese día se registró en Aldama y 20 de Noviembre. Según reportes, la última ocurrió a las 16:20 horas. Habría otros 30 estallidos menores en las siguientes 72 horas.

11:00:

Se reportaban otros estallidos en puntos diferentes de la ciudad, uno en la calle de Jarauta, otro más cerca de Lázaro Cárdenas, pero resultaron tapaderas botadas por la presión de gases que continuaban liberándose.

11:30:

Iniciaba el desalojo en colonias y barrios como Mexicaltzingo, Valle del Alamo, Nogalera, Zona Industrial, Ferrocarril y Morelos. El temor reinaba en la metrópoli.

12:00:

Responsabilizan a la aceitera La Central, por derramar combustible en el subsuelo, PEMEX, en tanto, negó que su planta en La Nogalera tuviera algún tipo de culpa en lo sucedido.

12:15:

En los cruceros de las principales avenidas, las brigadas comenzaron a pedir el apoyo para los damnificados, quienes fueron alojados en albergues provisionales habilitados en gimnasios, templos, auditorios y escuelas. El Ejército aplicó el Plan DN III.

13:00:

Cientos trabajaban para rescatar a las víctimas, pero las manos eran insuficientes. La amenaza constante de nuevas explosiones impedían que los trabajos fluyeran con normalidad. Acondicionan el domo del CODE como morgue.

14:00:

Guillermo Cosío Vidaurrí, gobernador de Jalisco, visitó la zona siniestrada, allí dijo que prestaría ayuda a los afectados, pero culpa a los habitantes del rumbo de haber sido ellos quienes provocaron la tragedia. Cita una frase que lo perseguiría el resto de su carrera: “hicieron lo humanamente posible, seguramente los habitantes de esta zona fueron advertidos, y así como a los niños se les dice no te subas a la barda, y desobedecen…”.

15:00:

Hospitales del IMSS, ISSSTE y Sector Salud, no se dan abasto para atender a las miles de víctimas que llegan por ayuda.

15:30:

Autorizan la entrada de maquinaria pesada a remover escombros, a pesar de que los rescatistas se opusieron, pues aún había personas sepultadas.

16:00:

Llegó a Guadalajara el presidente de México, Carlos Salinas de Gortari. Después de pedir una evaluación de los daños, una de sus primeras declaraciones fue que se efectuaría una profunda investigación para encontrar a los culpables y exigía a la PGR que en menos de 72 horas se tuviera un balance completo de lo que aconteció.

19:00:

El Presidente acompañado de varios miembros de su gabinete inician el recorrido de la zona siniestrada.

22:00:

Visitó al Hospital Civil para ver a los heridos, a quienes les promete justicia y pronta ayuda.

23:00:

Mientras el rescate continuaba en la zona del Sector Reforma, para la medianoche se hablaba de 150 muertos y más de 400 heridos. Nadie se movía del lugar y los cuerpos asistenciales junto con los voluntarios permanecían en pie de lucha buscando cuerpos.

La historia del 22 de abril no finalizó aquel miércoles. A la medianoche del jueves, se abría un nuevo capítulo, el cual consistiría en la caída de líderes políticos, la búsqueda de una justicia que jamás llegaría y en la falta de apoyo para los damnificados.

La historia del 22 de abril no se ha cerrado, igual que muchas de las heridas: los responsables están libres y no hay interés de las autoridad para aclarar lo acontecido; peor aún, los lesionados nunca recibieron el apoyo que tanto les han prometido, aunque ha sido procifras1mesa de campaña para muchos.

Lentamente, el resto de la población que no sufrió pérdidas, olvida el dolor de ese día. Las nuevas generaciones desconocen lo acontecido. Incluso, en las elecciones de 2012 que ganó Aristóteles Sandoval, varios de los implicados en este incidente retomaron cargos públicos, lo que implica que nadie piensa en el dolor de las víctimas.

Para los afectados que aún luchan, solamente queda una frase para mantenerse en pie: “¡22 de abril, no se olvida!”.

FUENTE: MIENTRAS TANTO EN MEXICO

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