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Quién pierde y quién gana con Garaiz fuera de Tlaquepaque?

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Por: José Ángel Gutierrez

Más allá de que el pleno del Ayuntamiento de San Pedro Tlaquepaque nunca hizo los ajustes respectivos en el Reglamento Interno para que el de Jefe de Gabinete fuera un nombramiento oficial, lo que debemos preguntarnos es porqué de repente Esteban Garaiz Izarra dejó el espacio.

En algún momento considerado parte del equipo cercano a Enrique Alfaro, Esteban Garaiz perdió mucho desde que decidió apoyar -e incluso aconsejar- a la Presidenta Municipal María Elena Limón.

De ahí que desde Noviembre pasado, advertí en este espacio que el ex jefe de gabinete sería uno de los primeros «paganos» de los desatinos en la otrora Villa Alfarera.

Diríamos que con esta salida, pierde Esteban Garaiz por haber hecho una mala apuesta, pero principalmente, sigue perdiendo la Alcaldesa Limón y con ella, todo su equipo.

Resulta por demás evidente que en Tlaquepaque, les falló en demasía la selección de perfiles para cargos relevantes -recordemos el caso del Tesorero- y les sigue fallando la capacidad para negociar y llegar a acuerdos.

Gana la oposición, que para el caso de Tlaquepaque es casi exclusivamente la fracción priista y, sobre todo, gana Enrique Alfaro, quien tarde o temprano vería -quién sabe si lo buscaba- que por no alinearse, en el Ayuntamiento de Tlaquepaque las cosas se les saldrían de control.

Me permito compartir a continuación lo que escribí en noviembre pasado:

Los paganos y los desatinos en Tlaquepaque

En una administración que inició con el pie izquierdo y cuyos conflictos (internos, laborales e institucionales) rebasan el ejercicio diario, se comienzan a apreciar algunos personajes que se constituirán como los grandes perdedores, al haber aceptado ser parte del gobierno municipal de San Pedro Tlaquepaque.

Mientras las administraciones de Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco -emanadas del Partido Movimiento Ciudadano- han iniciado con buen ritmo, por lo general con anuncios importantes y en algunos casos una rápida reacción para concluir o corregir errores u omisiones de quienes les antecedieron, en Tlaquepaque pareciera que solo imperan la inexperiencia y la soberbia.

Lo que ahora ocurre en Tlaquepaque, viene a confirmar los múltiples rumores que corrieron desde antes de que iniciara la actual administración: su alcaldesa no está dispuesta a negociar, una práctica que en política es elemental y no, como ahora se quiere hacer ver, un vicio que debe ser erradicado.

María Elena Limón no solo se muestra reacia a negociar con el sindicato o con los grupos políticos de Tlaquepaque (en este caso, EL GRUPO que representa la CROC, por décadas bajo el mando de la familia Barba). Sino que también ha dejado patente su poca disponibilidad para acordar con los personajes del partido que la llevó al poder (Movimiento Ciudadano) y con el líder moral de éste, a quien en la práctica respondió negativamente a los acuerdos previos, cuando le solicitó la oportunidad de ser él quien colocara al Secretario General y al Tesorero del Ayuntamiento.

Tarde o temprano, esa postura vendrá a cobrar facturas y posiblemente, no sea la Sra. Limón la primera que habrá de pagar.
Antes, personajes que sin “tocar base” decidieron integrarse al equipo de María Elena Limón podrían ver que todo lo construido con sus actos en el pasado, se les vendrá abajo sin que haya quién meta las manos para amortiguar su caída.

En ese escenario podríamos ver al Jefe de Gabinete de Tlaquepaque, Esteban Garaiz Izarra, quien según se comenta en los corrillos, se fue a ocupar ese cargo sin acordarlo con Enrique Alfaro y los personajes cercanos a éste.

Esteban Mario Garaiz Izarra, cuenta con una amplia trayectoria en el servicio público. Además de haber sido funcionario del Instituto Federal Electoral, fue presidente fundador de Alianza Ciudadana, candidato a Senador por el Movimiento Progresista y Zar Anticorrupción del gobierno de Tlajomulco de Zúñiga.

Ahora, como Jefe de Gabinete tlaquepaquense, parece que se ha sumido en la misma dinámica de desaciertos de su presidenta municipal.

Desde afuera dicen que el único compromiso de Enrique Alfaro con Esteban Garaiz, fue incluir a su esposa María Eugenia Arias Bocanegra, en la planilla de regidores.

Pero de buenas a primeras, apareció entre los cercanos de la Sra. Limón y –dicen- ha sido quien en no pocas ocasiones la ha aconsejado y dirigido en la toma de decisiones.

De continuar los desatinos, no nos extrañe que uno de los primeros “paganos” podría ser el referido Esteban Garaiz.

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