La liberalización de los precios de las gasolinas, que hoy (jueves) será discutida en el Congreso para su aprobación, sigue generando incertidumbre entre los empresarios del sector, pues consideran que México aún no cuenta con las condiciones adecuadas para fomentar la competencia, además de que la alta carga impositiva y una mejoría en el valor del crudo, no sólo evitarán que los costos bajen, sino que incluso provocarán un incremento en lo que pagan los consumidores por cada litro de combustibles.
La Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), calculó cinco escenarios, con base en la liberación del mercado y modificaciones a la banda de valores máximos y mínimos, uno de ellos que mantendría el porcentaje de 3% en proporción a la inflación, y los cuatro restantes en un rango de 4, 5, 6 y 10 por ciento, en los que prevé que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) será cobrado en su totalidad, fomentando con ello una mayor recaudación fiscal.
Sin subsidios
El presidente del gremio, Pablo González, explica que de ser ampliada la banda de precios bajo estas condiciones, el combustible tipo magna podría alcanzar costos máximos que oscilaría entre 15.60 a 16.60 pesos por litro, mientras que la Premium rondaría los 16.15 a 17.60 pesos por litro y el diesel 15.20 a 16.20 pesos por litro, a los cuales aún se les debe aplicar el IVA.
La liberación de los precios suprimiría el subsidio aplicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a los combustibles, que actualmente realiza con los estímulos fiscales y cuotas complementarias al impuesto”, pues hasta ahora se aplicaban descuentos para no rebasar el tope de la banda.
Cabe recordar que a octubre la cuota del IEPS tiene un rezago en la gasolina magna de 1.20 pesos por litro, Premium 1.28 pesos y diesel 0.096 centavos, los cuales ya serán cobrados en 2017.
El petróleo
El presidente de Amegas, insiste en que otro de los factores que afectará al mercado de los combustibles, es el impacto que tendrá el aumento en el precio del barril de crudo, lo cual se verá reflejado en un mayor costo de las importaciones, esto en un contexto en donde más de 60 por ciento de los combustibles que se consumen en el país se compran en el extranjero, a lo cual se suma el diferencial en el tipo de cambio del peso frente al dólar.
No existen condiciones de competencia efectiva para generalizar la liberación de los precios en gasolinas y diesel en el año 2017, debido a la imposibilidad de que las empresas transnacionales puedan ofrecer sus petrolíferos en el corto plazo, no existen terminales de almacenamiento, ni poliductos propiedad de terceros que permitan una real competencia de precios y calidad de las gasolinas”.
Del mismo modo, considera que la logística para mover los combustibles vía terrestre, ya sea por pipas o ferrocarril, aún es limitada.
Es por ello que el gremio ve viable el proyecto que contempla la liberalización de manera focalizada y no general, es decir, que la aplicación de este nuevo esquema de mercado se realice de manera gradual y primero en “las ciudades o regiones que resulten competitivas”, que en este caso serán las de la frontera norte.
En la mayor parte de México no existen condiciones de competencia efectiva. Tal como lo informó la Comisión Reguladora de Energía, se necesitan dos años como mínimo para poder liberar los precios de gasolinas y diesel en nuestro país”.
