Omar Bravo vivirá el fin de semana su debut con el Carolina RailHwaks de la NASL. Tras ser anunciado la semana pasada como refuerzo del conjunto estadounidense, el delantero mexicano fue recibido con bombo y platillo. Ahora, el siguiente paso del atacante es responderle a la afición con goles.
«Ojala sea un parteaguas para el jugador mexicano, que sea un buen embajador de mi país y nos vaya bien. La idea es competir, luchar y hacer goles, eso es a lo que uno viene, esperamos darle muchas alegrías a la afición», expresó el futbolista azteca en Radio La Ley de Carolina del Norte.
En su última temporada en México, Bravo sólo marcó un gol con Chivas, situación que a sus 36 años lo orilló a dejar la institución. Al ser cuestionado sobre un futuro regreso al Rebaño, si es que tiene una buena temporada en Carolina y si Jorge Vergara lo llamara, el ariete mexicano dejó claro que pensaría la decisión aunque tal vez no lo haría debido a situaciones que vivió recientemente en Guadalajara.
«Es una decisión que tendría que pasar por mi y contemplarla con la familia. No lo sé porque estar aquí fue una decisión personal en base a situaciones que viví en Guadalajara, estoy contento y espero ser juzgado por goles y rendimiento. Trato de pensar en el presente y no en el futuro», destacó.
Asimismo, Bravo opinó del debut de Chivas en la Liga MX, donde el Rebaño cayó 1-0 en Ciudad Universitaria ante Pumas: «Solo pude ver 30-35 minutos porque estábamos volando hacia Carolina, siempre son partidos cerrados. Para mi ya es hasta inhumano jugar en ese horario, cada quien trata de sacar ventaja pero creo que afecta a los dos equipos», sostuvo.
En 2012, Omar Bravo tuvo un breve paso por Cruz Azul, club donde sólo marcar siete goles y se quedó con las ganas de terminar con la sequía de títulos en La Noria. Más allá de mala suerte u otra cosa, el atacante mencionó que gran parte de la presión la generan los medios y hasta la afición.
«En el plano personal creo que hay un juego mediatico importante, desde la prensa, los que le van y los que no le van. Es una gran institución, los jugadores que han llegado y siguen llegando no tienen porque cargar con las piedras en la mochila. Entiendo que es un equipo grande y está obligado a ser campeón pero después todo se vuelve una bola de nieve y se hace muy grande; ninguno de los directivos y jugadores tienen porque cargar con eso», sentenció.
