Te mueres de hambre. Caminas al refrigerador y te llevas una terrible sorpresa. Sólo hay un paquete de jamón con no muy buena pinta. Además, el bote de leche no alcanza ni para llenar un vaso.
En la alacena no encuentras con que apaciguar tu apetito, a menos que de pronto, el conocimiento culinario de tu madre llegue por acción divina.
Con todo el dolor de tu corazón piensas. ¿Creo que tengo que ir al súper?.
¿Quién dijo que vivir sólo era fácil?
Cómo has leído que no debes ir a la tienda sin nada en el estómago, paras en un café y te comes un panini ‘light’ acompañado de un capuchino.
Ya en la tienda, no sabes por dónde empezar. Recuerdas vagamente qué te hace falta.
Poco a poco, el carrito se va llenando de cajas de galletas, latas, verdura, botellas, jugos y hasta productos de limpieza.
La caja no para de hacer ‘bip’. Ni miras el precio de todos los productos que tomaste de las góndolas. Mecánicamente sacas tu tarjeta y pagas.
No acabas de llegar a casa y ya estás destapando el envase de helado. Apenas han pasado diez minutos y te das cuentas que no tienes papel de baño, jabón y un montón de cosas más.
Vas a la tienda más cercana y de paso aprovechas para cenar cualquier cosa. Para este momento, ni te imaginas cuánto te has gastado ya.
Todo un arte
Ir de compras es un verdadero arte, que se domina con la práctica. Pero ¡No te agobies!, sólo tienes que seguir estos pasos para convertirte en un experto.
1. No tires los tickets. Es fácil sacar la tarjeta y pagar y pagar. Pero no olvides que el dinero es un recurso limitado. Nunca pierdas de vista cuánto cuestan las cosas, eso te ayudará a ahorrar más y a comprar mejor.
2. Haz una lista. No confíes en tu memoria. Toma papel y lápiz -o usa tu smartphone- y escribe que realmente necesitas.
3. Depura, depura y depura. Antes de volver a ir por la despensa, mira que artículos están acumulando polvo en la alacena o cuales terminaron en la basura antes de que te dieras cuenta.Táchalos de tu lista o pídelos en menor cantidad. Esto hará más inteligente tu compra.
4. Diseña un presupuesto. Esto es lo más importante. Tener control sobre nuestras finanzas, nos permite tener una vida más tranquila. Así que designa una parte de tus ingresos mensuales a las ?compras? y trata de no pasarte de él.
En pocas semanas verás como tus ahorros crecen y tu economía mejora.
Aprovecha esos pequeños extras para alcanzar más rápido tus metas. Un viaje, una pantalla o un auto están más cerca de lo que crees..
