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Lenguaje corporal: toma el control de tus gestos

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Al conjunto de signos no verbales, tales como las posturas, los gestos, las miradas, se le conoce como lenguaje corporal. Cuando nos comunicamos con alguien, nuestro cuerpo puede llegar a expresar mucho más que nuestras palabras. Al establecer un diálogo con una persona, muy pocas veces sabemos que la importancia de lo que decimos solo abarca un 35% del mensaje, mientras que el porcentaje restante lo dicta nuestro lenguaje corporal, el cual expresa mucho más de lo que imaginamos.

Por lo anterior, resulta fundamental que podamos comprenderlo y controlarlo, para así generar una mayor confianza en nuestras comunicaciones y evitar cualquier tipo de confusión.

Aquí algunos tips para tomar el control de tus gestos:

Al caminar

Tu forma de caminar debe ser suave y segura al mismo tiempo, sin que resulte apresurada y, por supuesto, nunca arrastrando los pies. El hecho de que camines erguida es una de las muestras más evidentes de confianza y seguridad en ti misma, mientras que caminar con las manos en los bolsillos o con los hombros encorvados es una señal absoluta de abatimiento y desgano.

Al sentarte

Si te sientas al borde de la silla, con la espada recta, estás en una posición de máxima atención, pero también puede denotar subordinación y servilismo; si te sientas al borde, con el cuerpo hacia delante y la cabeza y las manos caídas, estás demostrando malestar e inseguridad; si utilizas el brazo del asiento para sentarte puedes parecer dominante, abierta y segura de ti misma. En caso de cruzar las piernas, la forma más glamorosa de hacerlo es al nivel de las pantorrillas (no de las rodillas) y con una ligera inclinación; por ningún motivo debes enseñar la suela del zapato. Ahora, el cruzar las piernas puede interpretarse como un gesto nervioso o provocativo. Las personas muy puristas en cuestión de protocolo recomiendan no cruzarlas y sentarse con éstas ligeramente separadas y los pies bien apoyados en el suelo. Juntar los tobillos excesivamente puede tomarse como un signo de aprensión.

Al mover las manos

La gestualidad manual refuerza y complementa la verbal, por eso es muy importante no abusar de ella y mucho menos para hacer cualquier cosa que distraiga a la otra persona. Trata de no hacer movimientos muy bruscos con las manos y evita pasarlas muy cerca de la persona con la que estás platicando. Uno de los gestos que debes evitar es tocar a la otra persona innecesariamente con la intención de buscar llamar su atención, ya que podría resultar molesto, e incluso, muy invasivo. Tampoco es recomendable escuchar a otro con las manos en los bolsillos, ya que es un signo obvio de indiferencia.

Al saludar

Un simple apretón de manos puede ser tu mejor carta de presentación. Si es firme, estarás dando a entender que tienes seguridad en ti misma, un carácter sereno y que eres de confianza. En cuanto a la costumbre de besar, debes tener claro que no a todo el mundo le gusta dar y recibir besos. No existe realmente un código de actuación al respecto, pero como regla general, lo recomendable es no saludar de beso a aquellas personas con las que no tienes mucha confianza. Ante la duda, quedarás mucho mejor con un buen apretón de manos.

Al mirar

El contacto visual es una de las señas más importantes dentro de la comunicación no verbal, es la forma más directa para conectar con otros. Una persona que mira directo a los ojos demuestra un temperamento seguro, amistoso, maduro y sincero. Y es que los ojos transmiten las emociones. Por eso es importante mirar de frente, pero sin fijar la vista excesivamente en la otra persona, ya que podríamos llegar a intimidarla. También es importante evitar mirar hacia otro lado o a sus zapatos, ya que esta actitud se puede considerar como un signo de mala educación.

Al sonreír

Intercalar sonrisas francas y cálidas durante una conversación transmite confianza, alegría y buena disposición; se trata de una expresión de afecto, aunque es recomendable no exagerar en su uso, pues puede perder sinceridad y espontaneidad. Las carcajadas sonoras, sin duda, resérvalas para gente de entera confianza.

Ojo con estas señales

Estos son algunos hábitos que pueden revelar lo que estamos pensando o sintiendo:

Jugar con el cabello puede revelar nerviosismo, pero también puede ser un gesto sensual y juguetón.

Apretar los labios denota preocupación.

Tocarse ligeramente la nariz puede ser una señal de duda, mentira o rechazo.

Frotarse las manos es señal clara de impaciencia.

Morderse los labios es una señal de inseguridad.

Fruncir el ceño revela enfado o nerviosismo.

Comerse las uñas indica inseguridad o nerviosismo.

Sentarse en la orilla de una silla es signo de aburrimiento o desinterés.

Como ves, es muy importante conocer qué dice tu lenguaje corporal; de esta manera podrás mejorar, sin duda alguna, la forma en cómo te ve la otra gente y te ayudará a conseguir mejores oportunidades, tanto en tu vida personal como en tu vida laboral.

Recuerda… ¡tú generas el cambio!

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