El lavado de manos antes y después de atender a un paciente es la forma más simple y segura de evitar infecciones hospitalarias, de mejorar la calidad de la atención y de optimizar los recursos, señaló el médico Marín Antonio Manrique.
Este tipo de contagios, explicó el director general del Hospital Juárez, tiene alto impacto económico, prolonga la estancia en el nosocomio y deteriora la salud de los pacientes.
En un comunicado explicó que el riesgo de que los pacientes se infecten con algún virus o bacteria al estar hospitalizados; es decir, adquieran una infección nosocomial, se reduce con medidas sencillas.
Al inaugurar el Programa de Entrenamiento para el personal de este sanatorio, impartido por expertos de la Comunidad Científica Internacional de Control de Infecciones Nosocomiales (INICC, por sus siglas en inglés), exhortó a mantener las medidas preventivas.
Dijo que el lavado de manos antes y después de atender a cada paciente y vigilar que los familiares también lo hagan al entrar y salir de la visita reduje el riesgo.
Al respecto, Víctor Rosenthal, quien es revisor científico de las guías de Control de Infecciones Hospitalarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que dichas medidas de higiene y control de infecciones en clínicas y hospitales reduce la posibilidad de un evento de este tipo.
Explicó que la INICC cuenta con una herramienta informática o de reporte en línea para el manejo estadístico sobre tasas de infección hospitalaria y los resultados obtenidos luego de la aplicación de programas de control.
Sugirió que el Hospital Juárez de México desarrolle proyectos de investigación que permitan conocer la situación real en este rubro.
