Las personas que prefieren evitar las actividades físicas, podrían ser las más inteligentes, según un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad Florida Golf Coast, pero esto no es precisamente una buena noticia si no hacen nada al respecto.
Durante años hemos alimentado el estereotipo de que las personas con mayor coeficiente intelectual son las que menos actividad física realizan. ¿O no conoces a ningún nerd que simplemente no daba pie con bola en clase de deportes en el colegio? De igual forma, hemos alimentado el estereotipo del deportista al que le cuesta trabajo sacar buenas notas, pero puede ser capitán del equipo de baloncesto.
Un equipo de investigadores quería saber qué tan reales eran estas diferencias, y si podía realmente asociarse la inteligencia a una menor actividad física.
Para ello reunieron a un grupo de 60 estudiantes universitarios, a quienes les pidieron realizar el test de la Escala de Necesidad Cognitiva, el cual refleja qué tanto una persona se inclina, o prefiere, las actividades cognitivas. Así, lograron separar a los participantes en dos grupos: aquellos que prefieren y disfrutan pensar, y quienes tenían preferencia por las actividades físicas. Los llamaron los pensadores y los no-pensadores.
Después, a cada uno de los participantes les colocaron un acelerómetro, el cual registró, durante 7 días, el total de sus actividades físicas.
Entre los resultados, publicados en la revistas Journal of Health Psycholgy, los investigadores encontraron que, de lunes a viernes, los estudiantes del grupo de los pensadores eran mucho menos activos que los no-pensadores. Sin embargo, no encontraron diferencias significativas durante el fin de semana, y no saben por qué.
En otras palabras, podríamos decir que las personas sedentarias serían más inteligentes. Aunque no podemos generalizar, ya que el mismo estudio se refiere a las personas que prefieren pensar a realizar actividades físicas, por lo que esto no aplicaría a todas las personas que prefieren echarse a ver la tele para no pensar y no hacer ninguna actividad física.
¿A qué se deben las diferencias?
Los responsables del estudio teorizan que los no-pensadores tienden a aburrirse más rápido ante la idea de permanecer sentados en un solo lugar pensando en cosas abstractas. Incluso sugieren que estas personas podrían recurrir a la actividad física para escapar de sus mundos internos.
Por el contrario, los pensadores, suelen aburrirse menos ante la idea de sentarse a pensar a resolver problemas o encontrar soluciones. De hecho son estas personas las que suelen pasar más tiempo reflexionando sobre sí mismos y es más probable que se involucren en actividades difíciles y desafiantes con el propósito de resolver problemas y encontrar nuevas soluciones. Por lo tanto, suelen ser las personas consideradas más “inteligentes” y suelen tener mayor IQ.
¿Y esto qué importancia tiene?
A muchos podría no sorprenderles la conclusión de este estudio, sobre todo ante estereotipos como los de Sheldon Cooper (“The Big Bang Theory”), quien hasta intenta crear un robot que recorra el mundo mientras él se guarda en un lugar seguro. Sin embargo, la falta de actividad física conlleva consecuencias negativas para la salud (ansiedad, diabetes, depresión, obesidad, problemas cardiovasculares, y algunos tipos de cáncer, por mencionar algunos).
Es por ello que los responsables del estudio sugieren que estos resultados deberían ser un llamado de atención para los pensadores. “Un factor importante que podría ayudar a los más reflexivos a combatir su bajo nivel de actividad es la conciencia”, escribieron. “Conciencia de su tendencia a ser menos activos junto con el conocimiento de los costos asociados a la inactividad, las personas más reflexivas pueden elegir ser más activas a lo largo del día”.
Sin embargo, los investigadores también insisten en que 60 personas son en realidad una muestra muy pequeña, y que estos resultados podrían no reflejar la realidad del mundo, por ejemplo entre no estudiantes o en otras culturas. Sin embargo, sí insisten en que los pensadores deberían tomar nota de estos resultados y aumentar sus niveles de actividad física para tener una vida más saludable.
¿Eres del grupo de los pensadores o de los no-pensadores?
