Según especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría, el bebé genera un vínculo especial y diferente del que tiene con mamá, por lo que es necesario que los bebés convivan con sus padres desde los primeros días de nacidos.
La convivencia de papá con su bebé es más importante de lo que podemos imaginar, y deben darse desde los primeros días de vida, pues el vínculo que forman es tan importante como el que forman la mamá y el recién nacido.
El primer mes de bebé no solo es el más difícil para los padres primerizos, también es el periodo en que el pequeño se encuentra más vulnerable y es cuando más necesita de ambos padres.
Ya sabemos que el papel que cubre mamá es sumamente importante e indispensable: ella es la encargada de formar en el bebé el primer apego, darle seguridad y alimentarlo por medio de la lactancia, sin contar el enorme esfuerzo físico que ejerció durante el embarazo y el parto. Sin embargo, la figura del padre durante este proceso es significativa y crucial.
El bebé genera con el papá un registro inicial y contacto físico distinto al que tiene con mamá: el pequeño es capaz de percibir que los brazos de papá tienen distintas modalidades, fuerza, tono muscular y tipos de movimientos. Para el bebé, es una forma de conocer su entorno, sentirse más seguro, y también le genera satisfacción.
Además de ser un compañero, papá ejerce un papel donde se encarga de labores cotidianas que su pareja no puede atender. Así que no sólo es un apoyo para su bebé, también lo es para mamá, tanto en lo físico como en lo mental y emocional.
“El acompañamiento del hombre necesita ser físico, no por teléfono y redes sociales”, declara Mario Elmo, pediatra y miembro titular de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Las licencias por paternidad no deben verse como una falta a las obligaciones laborales, sino como el derecho de los padres a crear vínculos indispensables con su familia.
