Jalisco ha tenido un registro histórico que lo sitúa con más feminicidios que Ciudad Juárez, aseguró la doctora Guadalupe Ramos Ponce, investigadora de la UdeG y miembro de CLADEM, quien criticó el caos estadístico por parte de las autoridades gubernamentales y la negación del problema que provocó que aumentaran los crímenes de género.
Ramos Ponce, señaló que en el período 1997-2007 en promedio fueron 44 mujeres asesinadas por año en Jalisco y en Ciudad Juárez se registraron 34, en tiempos en que los medios nacionales e internacionales tenían los reflectores puestos en tierras chihuahuenses.
La investigadora participó en el marco del Seminario Multidisciplinario Internacional “Tráfico de personas, civilización, derechos humanos, las esperanzas fallidas y la reconstrucción de utopías”, realizado en el Auditorio Silvano Barba del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.
Relató que el pionero en desagregar los casos de hombres y mujeres asesinadas en Jalisco fue el doctor Mario Rivas Souza, quien lo hizo por iniciativa propia, no por política gubernamental. Cuando ella se acercó a él para comenzar sus investigaciones sobre el feminicidio, el forense emérito se alegró de que alguien por fin iba a documentar esa problemática y le dijo: “Aquí estamos peor que en Ciudad Juárez”.
“Las autoridades le apostaron al caos informativo. Para ellos les resultó redituable no tener información o tener una información caótica. Si tú pides información al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses y a la Procuraduría, o al Instituto de la Mujer o a otros, siempre vas a encontrar información diferente. Porque esto les viene bien a las instituciones, porque es una manera de no enfrentar las problemáticas”, aseguró Ramos Ponce.
Recordó que tuvo que dar a las autoridades su propia base de datos – que recopila cifras de 1997 a la fecha – porque no tenían estandarizados los datos de una forma en que se pudiera analizar.
“Yo tenía información más completa que la propia fiscalía. Eso no puede ser. Yo les di mi base de datos con todas las variables que sistematizamos desde el Observatorio Nacional del Feminicidio y a partir de ahora lo llenan así”, apuntó.
Durante su ponencia, señaló que en 2015 hubo 150 feminicidios en Jalisco y que en 2016 ya van 46 mujeres asesinadas. Explicó que la emisión de la alerta de género es un paso importante porque por primera vez reconoce la existencia del problema.
Relató que durante los años 90’s hubo resistencia de varios sectores a nivel nacional por tipificar el feminicidio, y que en el caso de Jalisco, no reconocían el problema. Estimó que persiste una estigmatización en la búsqueda de desaparecidas, porque hasta los formatos oficiales tienen opciones como “se fue de fiesta” o “se escapó con el novio”, lo cual refleja prejuicios.
Añadió que tampoco se ha profundizado en la relación que tiene la trata de personas con las desapariciones de mujeres y los feminicidios y se debe estudiar más esa conexión.
“Los protocolos tienen que ser diferentes. El de violencia sexual, el de feminicidio, todos deben ser revisados y también debe haber una revisión del tipo penal, que tiene deficiencias que deben corregirse. Por eso esta es una oportunidad histórica de no dejar el tema en la simulación. Hay que retomar las experiencias de Morelos, o el Estado de México porque allá todo lo que están haciendo es simulación. No permitamos, como sociedad civil y como académicos, que la simulación se haga presente. Queremos bases de datos claras, completas y un accionar adecuado”, concluyó.
