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Francisco cimbra y siembra

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Por: Salvador Cosio Gaona

Francisco es sin duda uno de los Líderes mundiales con la más amplia solvencia moral para incidir en asuntos importantes de impacto global y la próxima visita oficial del Presidente norteamericano Barack Hussein Obama a La Habana, es secuela de su esfuerzo por la paz y el bienestar de quienes poblamos el planeta, ya que fue un factor fundamental para la reconciliación entre Los Estados Unidos de América y Cuba tras el bloqueo que parecía insalvable desde hace más de 50 años.

En el marco de su reciente visita, a Francisco le otorgaron honores propios de su investidura formal como Mandatario al arribar a nuestra Patria, brindándosele ceremonia oficial de bienvenida en El Palacio Nacional y en esa calidad oficial de Jefe de Estado de El Vaticano, estableció una nueva relación formal de la Nación que encabeza con el Estado Mexicano, mas en su faceta concurrente como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Universal, El Papa incentivó una mayor cercanía con su numerosa grey que es la feligresía religiosa mayoritaria en México, pero desnudando los claroscuros de su relación con denostados personajes que ejercen la autoridad en las diversas Asociaciones Religiosas de la ‘Iglesia de Pedro’ en suelo mexicano.

La afluencia de fieles alrededor de la presencia de Francisco fue creciendo al paso de los días y según se alejaba la agenda del centro del país. En el primer evento ‘abierto’ que fue en la Plaza de la Constitución o Zócalo Capitalino, el sábado 14 de febrero por la mañana la muchedumbre solo ocupó un poco más de la mitad de esa famosa plancha de concreto donde se han realizado las más grandes manifestaciones que han colmado la plaza para respaldar causas sociales y políticas, y tan diezmada como en el corazón de la Ciudad de México fue la cantidad de asistentes acompañándole en la misa y los recorridos en Ecatepec, Estado de México, ya que habiéndose previsto más de dos millones de personas, solo acudieron poco más de un millón, cantidad injustificable al ser tan populosa la entidad que cuenta con la más numerosa población de católicos del país y está política y administrativamente a cargo del polémico Gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien es militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La menguada afluencia popular fue causada por ineficacia, negligencia y perversa manipulación, suscitándose discriminación y voraz acaparamiento de boletos y espacios privilegiados a los eventos papales, además de muchos escollos provistos tanto por las autoridades federales y locales como por las que manipulan la Iglesia Católica en la Ciudad Capital y en El Estado de México, que al usar como pretexto la prevención de incidentes provocaron que por imposibilidad física o carencia de recursos, el pueblo haya sido limitado en su deseo a volcarse para apapachar en la vía pública al primer Papa Latinoamericano de la historia, siendo claro que gobernantes y altos Jerarcas eclesiásticos pretendieron evadir posibles abucheos hacia el Presidente de la República o su esposa, quienes quisieron beneficiarse de la imagen del Papa al acompañarlo innecesariamente en varios eventos, al igual que lo hizo el Gobernador mexiquense Eruviel Ávila, pero también se buscó atenuar las expresiones del sensible rechazo popular hacia desgastados caciques de la Cúpula Eclesiástica, como son los Prelados Norberto Rivera Carrera, de la Ciudad de México y Onésimo Cepeda Silva, de Ecatepec, quienes además urdieron desgastar al Pontífice, para menoscabarle fuerza y sea vencido en su batalla contra la Curia radical conservadora, tildada de inmoralmente enriquecida y corrupta, que se resiste fieramente a que avancen las acciones de El Papa tendientes a desnudar y procurar limpiar el fétido chiquero que hay al seno de la Iglesia Católica Universal y en especial el cochambre en la de México, existiendo organizaciones religiosas con sus Párrocos, Obispos, Arzobispos y Cardenales, que se sienten amenazados a dejar de vivir en gran derroche y con el extremo lujo que el pueblo mexicano les paga, sacrificando gran parte de su escuálido ingreso, inmerso en muy complicada condición de pobreza y escaso apoyo a su desarrollo social, además de aquejados por violencia, alta criminalidad, corrupción e impunidad.

Francisco exigió a dirigentes eclesiásticos y funcionarios abandonar prepotencia, voracidad y la grave actitud de complicidad o tolerancia con delincuentes que lesionan severamente al pueblo, acusándolos de carencia de humildad y sentido social para auxiliar a la sociedad cada vez más depauperada y vulnerable, culpándoles del incremento de violencia, corrupción e impunidad, siendo bochornoso observar cómo muchos quienes acudieron a misas comulgaron, no obstante estar indiciados por hechos denostables como los que ‘El Papa Jesuita’ cuestiona y por ello hace la reiterada exhortación a erradicarlos y evitar sucedan nuevamente.

Es destacable la emotividad con la que emprendió Francisco el encuentro con los indígenas en Chiapas, donde ‘colocó el dedo en la llaga’ lamentando y pidiendo remontar el escaso respaldo que gobernantes, clérigos y empresarios otorgan al desarrollo integral de los pueblos indígenas, provocando revuelo el sentido homenaje que pródigo al fallecido ‘Tatic’ Samuel Ruíz García, quien como Obispo fuere un ícono del pensamiento liberal progresista en la Iglesia Católica Mexicana, emotivo acto en el que El Pastor Católico mundial acudió acompañado del Obispo Raúl Vera, a quien reencumbró a pesar de la reacción adversa de los clérigos católicos radicalistas, siendo destacable el renovado llamado a no cejar en la lucha por conservar la naturaleza, tal como lo hace en su encíclica ‘Laudato’ al pugnar por la preservación del hábitat como reflejo del amor a la vida.

La buena organización y gran presencia social en los eventos celebrados en Michoacán, denotó la mano del Prelado de esa región Alberto Suárez Inda, quien goza de la simpatía y respeto del pueblo así como de la cercanía con su amigo Jorge Mario Bergoglio hoy convertido en Francisco el Sumo Pontífice Romano, que camina cimbrando al orbe, pugnando por la urgente renovación moral de la iglesia católica mundial y de la sociedad en su conjunto.

En Morelia, Francisco reiteró la grave culpabilidad de quienes al prohijar brindarse privilegios y beneficiarse unos pocos en detrimento del bien de todos, propician corrupción, narcotráfico, exclusión y violencia y señaló de ello a: ‘muchos dirigentes de la vida social, cultural y política que incumplen su obligación de propiciar al pueblo condiciones para tener bienestar, desarrollo y cohesión social, así como Justicia real y seguridad efectiva y no lo hicieron’, pero muchos de ellos tuvieron el cinismo de acudir a comulgar y recibir bendiciones sin darse por aludidos y aplaudieron como focas en absurda actitud de quién busca a su alrededor a quienes según su obtusa visión, son los recipiendarios de los dardos de precisión que lanzó Francisco a los que con su acción u omisión negligente o crasa complicidad, causan un profundo daño a México, siendo grotesco advertir que asistieron a su encuentro personajes nefastos como el indiciado de vínculos con el narcotráfico Rodrigo Vallejo, el hijo del ExGobernador de Michoacán Fausto Vallejo y algunos otros gobernantes con señalamientos de prohijar delincuencia y atropellos como Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz.

No obstante que el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Francisco Robles Ortega es Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y ser Jalisco la sede de tres importantes Santuarios de adoración a la imagen de la denominada Virgen María, sitos en Zapopan, San Juan de los Lagos y Talpa de Allende, y siendo además la cuna de los santificados mártires de la guerra cristera a quienes se les está edificando un majestuoso y muy costoso Santuario impulsado por el nefasto Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo en retiro de Guadalajara, y aunque logísticamente El Pontífice pudo haber visitado la entidad en trayecto hacia o de Morelia a la Capital del país y ello hubiera dado ocasión a que tuviere contacto con enorme cantidad de católicos jaliscienses, los organizadores de la visita de Francisco no consideraron prioritario incorporar a Jalisco en la agenda de su presencia en México, quizá por temor a la inseguridad o porque El Papa o sus cercanos asesores hayan premeditadamente evadido acudir a donde habita y aún pretende manipular a la grey católica el Cardenal Juan Sandoval, acusado formalmente de Pederastia, esclavismo y apropiación de bienes patrimoniales y herencias, según consta en las averiguaciones crimínales PGRJALGDL/A2M4-464/2009, PGRJALGDL/A3M4-3329/2010, PGRJALGDL/A3M4-3329/2010 y PGRFEVINTRA/C-057/2011, que son causas crimínales abiertas conforme a denuncias incoadas por la organización ciudadana ‘Conciencia Cívica Jalisciense, A.C.’, que estando sustentadas no avanzan por la insana protección que al mal afamado Purpurado le otorga la Procuraduría General de la República (PGR).

Francisco omitió referirse al cúmulo de desapariciones forzadas en muchísimas ciudades y regiones del país, como lo acontecido en Iguala a los estudiantes de la ‘Escuela Normal Raúl Isidro Burgos’ de Ayotzinapa, a cuyas familias no atendió por problemas de fondo en cuanto a la gestión y algo de soberbia inferida por el abogado Vidulfo Rosales que propició desairaran la invitación a una ceremonia litúrgica en Ciudad Juárez donde estarían en primera fila y seguramente habrían sido atendidos por Francisco; así como no hubo referencia directa a la violencia contra comunicadores y activistas de causas sociales, tal como es lamentable ocurra repetidamente en Veracruz, siendo denostable se haya permitido la presencia en una ceremonia litúrgica al cínico Gobernador de esa entidad Javier Duarte de Ochoa, pero además se ha criticado que El Pastor Católico evadió remarcar la condena a la pederastia por Clérigos, aprovechando su presencia en Michoacán, tierra que vio nacer a ‘El Chacal’ Marcial Maciel.

Pero ante comentarios sobre omisión de temas o de los específicos destinatarios de sus fuertes señalamientos, no hay que perder de vista que no es la tarea de Francisco ser el gran Inquisidor, el enorme Fiscal o el imponente Juez que deba recontar, revisar, atender o impulsar puntualmente todos los asuntos que al país afectan, siendo loable haya externado fuertes señalamientos genéricos relativos a la grave problemática que aqueja a la Nación en razón de la acentuada criminalidad, la imparable corrupción, la rampante impunidad, la degradante iniquidad, la dolorosa injusticia social, además de la vergonzante altanería y prepotencia de los ricos y poderosos que desde el sector público o el privado, así como desde las instituciones religiosas y sindicales, flagelan al pueblo abusando de su poderío mediante el cual se aprovechan de su potencialidad para avasallar y obtener lucrativos beneficios a costa del trabajo o el dolor del pueblo.

Harto hizo El Papa Francisco con venir y hablar fuerte, agitando positivamente a la sociedad, poniendo banderillas de fuego a quienes son tan asquerosos, criminales, insensatos, voraces, insensibles, maniqueos, mendaces e inescrupulosos que desde su privilegiada posición de poder, dañan a México y a los mexicanos, pues sabemos a quienes dirigió sus fuertes discursos, y es notorio todo lo que hacen y quienes los protegen tanto por colusión como por negligencia y permiten los atropellos contra el pueblo.

Francisco se despidió de México en Ciudad Juárez, Chihuahua desde ahí reiteró que la violencia, el narcotráfico y fallas en los procesos de reinserción social se derivan de males como la desigualdad social y la delincuencia y fue muy severo al exclamar:?“Me dan ganas de llorar por un pueblo tan sufrido” y fue muy tajante al afirmar: «no se puede dejar solo y abandonado el presente y el futuro de México, en manos de la corrupción, del salvajismo y de la falta de equidad, se les pedirá cuentas a los esclavistas de nuestros días, porque el flujo del capital no puede determinar la vida de las personas, siendo condenable la mentalidad reinante que propugna la mayor cantidad de ganancias posibles a cualquier tipo de costo y de manera inmediata y que así no solo provoca la pérdida de la dimensión ética de las empresas, sino que provoca olvidar que la mejor inversión que se puede realizar es en la gente, considerando que la pobreza es el mejor caldo de cultivo para que caigan en el círculo del narcotráfico y de la violencia los jóvenes que están expuestos a la falta de oportunidades de estudio y de trabajo», al tiempo que pidió a los mexicanos cuestionarse: «¿qué quiere dejar México a sus hijos?, ¿quiere dejarles una memoria de explotación, de salarios insuficientes, de acoso laboral? ¿o quieren dejarles la cultura de la memoria de trabajo digno, del techo decoroso y de la tierra para trabajar?, siendo enfático al cuestionar: ¿Qué atmósfera van a respirar? ¿Un aire viciado por la corrupción, la violencia, la inseguridad y desconfianza, o por el contrario, un aire capaz de generar alternativas, renovación y cambio?».

Y a bordo de la nave que lo condujo en vuelo desde México a El Vaticano, Francisco siguió levantando ámpulas con sus declaraciones inherentes a temas que tienen a México como referencia y de esa forma lanzó un directo y severo señalamiento hacia Donald Trump, el radical y desmesurado precandidato Republicano a la Presidencia de Los Estados Unidos de América, a quien el Romano Pontífice cuestionó la autenticidad de su cristiandad por exhibir falta de caridad al utilizar a los migrantes como objetivo de su discurso inhumano y destructivo, amenazando con bloquearles el ingreso a su país por medio de muros e incluso usando la fiera fuerza bruta aniquiladora,
recordando que horas antes había orado por los miles de inmigrantes muertos en busca de lograr ingresar al vecino país del norte.

Al hacer pública su aspiración presidencial en agosto del pasado 2015, Trump tildó de violadores y narcotraficantes a los mexicanos indocumentados en Estados Unidos y prometió expulsar a los más de once millones de inmigrantes ilegales mexicanos que se presume habitan en su país, al tiempo de comprometerse a levantar un gran muro en la frontera, cuya factura, dijo, será enviada para que la pague el gobierno mexicano, y antes de la visita a México criticó acremente a Francisco, cuando anunció la intención de orar por los migrantes, pero la reacción del Pastor católico mundial fue denunciar la tragedia humana que sufren los que huyen de la violencia y la pobreza de sus países.

Y desde Roma Francisco abordó temas polémicos para la Iglesia Mexicana, pues abrió la posibilidad de aceptar interrupción de embarazos en lugares donde hay alto riesgo de contagio del virus del Zika, que ha sido vinculado a malformaciones congénitas en bebés, aunque fue claro al precisar: «No confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto, evitar el embarazo no es un mal absoluto, en ciertos casos, como en la amenaza del Zika, yo exhortaría a los médicos a que hagan de todo para encontrar las vacunas contra estos dos mosquitos que contagian esta enfermedad, pero si resulta necesario, el usar prevención de natalidad es un mal menor y no es un crimen», pidiendo no confundir evitar embarazo con aborto, y sentenció que debe ser severamente sancionada la conducta pedófila o las acciones de pederastia de clérigos católicos, pero además calificó de crimen la tolerancia y complacencia de autoridades eclesiales al proteger a sacerdotes que han cometido esas acciones vergonzantes, de quienes dijo son tan criminales como quienes están indiciados de abusar sexualmente de menores, al amparo del poder de su influencia social y el engaño a las victimas a partir de su posibilidad de incidir convenciéndoles de no denunciar las crueles conductas vejatorias o haciéndoles creer que al aceptar realizarlas obtienen prebendas celestiales, acusó que hay Obispos y Arzobispos que protejen a religiosos católicos pederastas, con tan solo cambiarlos de adscripción parroquial o ‘castigarlos eclesialmente’ con una sanción que puede ser tan leve como una suspensión temporal de su ministerio sacerdotal o el citado cambio de lugar donde realicen sus actividades y también sus fechorías, lo que recuerda el caso del Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, el Arzobispo Emérito de Guadalajara, que está acusado formalmente ante la PGR de ser cómplice de varios sacerdotes católicos de quienes supo sus cobardes delitos y aceptó haberlos protegido de la Justicia Mexicana informando a El Vaticano, y en la época era Papa Juan Pablo Segundo y el responsable de la disciplina clerical era el entonces Cardenal Joshep Ratzinger, que después sería el Papa Benedicto XVI.

En la que fue la primera de muchas visitas más a México que podría hacer en los años por venir, Francisco cimbró a México como además sembró fecunda semilla que esperamos produzca una mayor y más acentuada conciencia cívica y genere el surgimiento de líderes políticos con actividad independiente a los designios de los ya desgastados partidos políticos tradicionales, que actúen en pos de dignificar la acción cívica y tarea política imbuidos de emoción social e induzcan una nueva cultura crítica pero a la vez constructiva, que procure mejoría en las condiciones para propiciar desarrollo sustentable e integral y la cohesión social.

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