Las chanclas o comúnmente conocidas como ‘flip flops’ no brindan ningún tipo de soporte al piel y tobillo, y no fueron diseñadas para uso diario. Y aún así, las usamos para TODO. El problema es que, por más inocentes que parezcan, éstas podrían estar perjudicándote todo este tiempo ¡y tú ni en cuenta!
Bacterias: ¿Te sorprende? El suelo está rodeado de bacterias y éstas pueden vivir dentro del material de las chanclas (plástico y goma). Por si fuera poco, la chancla no te protege de nada, así que es muy probable que, de usarlas de manera constante, termines con una infección en la piel.
Hongos: Un zapato abierto en un ambiente sucio puede acarrear infecciones si tus pies están expuestos a hongos. Y como sabrás, los hongos aman la humedad, así que es súper importante mantener tus pies limpios ysecos.
Amplollas: Dado que no brindan soporte alrededor del pie, las ampollas son inevitables después de un uso constante de chanclas. Y puedes culpar el movimiento, la humedad o la fricción, pero realmente es culpa de esas chanclas.
Dolor en el talón: Tus lindas sandalias de plástico no destruirán tu talón completamente, pero se acercan demasiado. Aunque no lo creas, tus chanclas pueden causar dolor serio e incluso condiciones como fasciitis plantar, la cual ocurre cuando el tejido que conecta el hueso del talón y los dedos se inflama. Verás, el ligamento que vincula los dedos con el talón puede estirarse y hasta romperse cuando no reciben el apoyo apropiado.
Problemas de postura: Tus pies son la base de cómo tus tobillos, rodillas, caderas, espalda y hombros se alinean. Si el apoyo o soporte de los pies falla, te quedas con una mala base para la postura. Esto podría causar que tu cuerpo se colapse y, a largo plazo, presente problemas de postura.
