Una buena parte de la población considera que los pacientes con obesidad mórbida llegan a ese estado por problemas endocrinológicos o hormonales y no por malos hábitos alimenticios, ni por una baja o nula actividad física, sin embargo, sólo el 10 por ciento de los casos son de esa índole; el resto se asocia a una dieta rica en grasas y azúcares refinadas, al sedentarismo e, incluso, al entorno social.
Lo anterior fue revelado por el coordinador de la Clínica de Cirugía Bariátrica en el turno vespertino del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Francisco Javier Plascencia Posada, quien lamentó que un inadecuado estilo de vida sea el común denominador de los pacientes que acuden a su servicio para iniciar un protocolo quirúrgico para acabar con su obesidad.
“En el desarrollo de la obesidad intervienen diversos factores como el entorno psicosocial, los hábitos aprendidos desde la infancia, las relaciones de pareja e, incluso, el tipo de alimentación del mexicano, que es predominantemente calórico. Todo influye para que el paciente vaya ganando peso sin darse cuenta hasta que llega un momento en el que se siente mal, no se puede mover”, indicó.
Una vez que la persona tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) de entre 30 a 35 e incluso más de 40, continuó el experto, por lo general ya desarrolló prediabetes, diabetes, problemas de circulación (causantes de amputaciones), dificultades para dormir y sólo entonces empieza a buscar ayuda profesional porque se está afectando su vida cotidiana.
Aunque la cirugía bariátrica es un procedimiento gratuito, disponible para los derechohabientes que sean derivados por sus unidades de Medicina Familiar (UMF) y cumplan con el protocolo estipulado por los expertos, Plascencia Posada invitó a la población en general a mejorar sus hábitos alimenticios de acuerdo con el Plato del buen comer en el que se busca alternar frutas, verduras y proteínas de origen animal y vegetal, de manera proporcional a cada individuo, así como fomentar esta práctica en los niños y los adolescentes.
Del mismo modo, dijo que es importante realizar actividad física con frecuencia, por lo menos 30 minutos de caminata al día, para prevenir el sobrepeso y la obesidad. A quienes ya tengan este problema, les pidió acudir oportunamente a sus chequeos PrevenIMSS con el médico familiar para controlar síntomas asociados, como la hipertensión arterial y evaluar la posibilidad de realizarles una cirugía bariátrica.
