El presidente de Bolivia, Evo Morales, exigió este martes juzgar a los autores intelectuales del Plan Cóndor «impulsados desde Estados Unidos», luego que un tribunal de Roma sentenció a ocho represores, entre ellos dos bolivianos, fallo que calificó de «justo pero insuficiente».
El fallo de la Tercera Corte de Roma, que juzgó a 26 represores sudamericanos por la desaparición y muerte de 40 opositores, alcanzó al general Luis García Meza, presidente de facto boliviano entre 1980 y 1981, y a su entonces ministro de Interior, coronel Luis Arce Gómez, ambos actualmente presos con una condena a 30 años sin derecho a indulto.
«Éste es un veredicto justo pero insuficiente. Para que nunca más vuelvan las dictaduras en la #PatriaGrande se debe procesar y juzgar a los autores intelectuales agazapados en las agencias de seguridad y servicios secretos del imperio», tuiteó el mandatario boliviano.
Además de los dos militares bolivianos, la Corte Penal de Roma sentenció a cadena perpetua a otros dos chilenos, tres peruanos y un uruguayo por la desaparición y asesinato de unos 40 opositores en las décadas de los 70 y 80.
Según el gobernante boliviano, «no habrá justicia para nuestros pueblos si no se juzga a verdaderos responsables de los crímenes de lesa humanidad, impulsados desde #EEUU».
Previamente, su ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, había sostenido que la sentencia «tiene un valor simbólico, sienta un precedente significativo y tiene un alcance histórico».
Sin embargo, su colega de Autonomía, Hugo Siles, estimó que «difícilmente una de estas sentencias va a poder aplicarse o cumplirse», debido a que no existe un tratado de extradición entre Bolivia e Italia.
García Meza cumple desde 1995 una condena local de 30 años de prisión sin derecho a indulto, la máxima pena en Bolivia, en una cárcel de extrema seguridad, aunque los últimos años estuvo largamente ingresado en un hospital militar por una dolencia cardíaca.
Conocido como el «ministro de la cocaína», Arce Gómez purgó inicialmente condena en Estados Unidos por tráfico de estupefacientes hasta 2009, año en que fue enviado a la misma cárcel, en el altiplano de La Paz, también con una pena de 30 años.
