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El poder sanador de un buen caldo de huesos

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Qué es
La nutricionista Carolina Wittwer cuenta que el caldo de hueso o ‘fond francés’ es el clásico consomé reponedor tan cotizado en la cocina desde hace siglos. La vida moderna nos ha llevado a cocinar sin este caldo casero y lo reemplazamos por los famosos concentrados, los que, en su mayoría, son concentrados en sodio y grasa. En el caldo de hueso se usan los huesos del pollo o vacuno, o cartílagos de cualquier animal como la cabeza del pescado o las conchas de mariscos.

Efecto saciante
La nutricionista Carolina Wittwer explica que otro de los beneficios de este caldo es que al comerlo junto con las comidas uno se ve obligado a soplar y esperar un tiempo más largo entre bocados, saciando el cuerpo. Por esta razón se come más lento, sin ‘engullir’ el plato de fondo.

Sus beneficios
La nutricionista Carolina Manríquez explica que esta infusión rica en minerales es un tónico poderoso y de fácil preparación, con un alto contenido de proteínas biodisponibles, ya que como resultado de una cocción lenta y de varias horas logra tener hasta 9 veces más proteínas que un caldo tradicional.

Algunas de sus propiedades curativas son:

-reduce la inflamación, siendo ideal para quienes sufren de dolores articulares

-mejora y refuerza el sistema inmunitario, ideal para ser tomado durante el invierno

-desintoxica el hígado y nutre los riñones

-ayuda en la cura de diarreas y problemas intestinales

-el colágeno concentrado en el caldo sirve para el crecimiento saludable de pelo, piel y uñas

-es reponedor y otorga energía

-contribuye a un mejor dormir

-fortalece los huesos y mineraliza el cuerpo.

Colágeno

La nutricionista Carolina Wittwer comenta que durante la cocción los huesos sueltan en el caldo su colágeno y es esta proteína la que tomamos, junto con los minerales y vitaminas que quedan sumergidos en el agua. Al refrigerar el caldo se forma una especie de gelatina. Esto significa que el caldo queda ‘colagenoso’ y no grasoso como muchos piensan. Puede recalentarse, agregar en un tazón con un poco de cilantro fresco y volver a disfrutar de su sabor y beneficios.

Hierbas para acompañar su cocción
Según la nutricionista Catalina Manríquez, a la hora de cocinar este caldo la elección de hierbas es opcional. Sin embargo, una buena idea es introducir jengibre, por su gran poder antiinflamatorio; champiñones, por ser altos en antioxidantes; perejil, un gran diurético, y limoncillo, que baja los niveles de estrés y previene enfermedades como el cáncer.

Otros usos: Además de ser tomado como caldo se puede usar como base de preparaciones como estofados, salsas o arroz.

Cómo guardarlo: Se puede congelar sin problema. Pero al momento de descongelarlo no se debe usar el microondas, ya que este destruye los aminoácidos.

Cómo cocinarlo
Según la nutricionista del Centro Nutrimet Catalina Manríquez ([email protected]) la mejor manera de cocinarlo es a fuego lento por horas e incluso días. De esta forma se rompe el tejido conectivo en una forma usable, dando como resultado un caldo rico en proteínas. Se recomienda agregar un poco de vinagre de manzana para mayor extracción de minerales del hueso.

Horas de cocción a fuego lento: en general es un mínimo entre 6 y 8 horas de cocción. Pero para ser aun más específicos y obtener mejores resultados para la salud:

Vacuno: 48 horas

Ave: 24 horas

Pescado: 8 horas.

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