Han pasado seis años, tres discos, un tiempo necesario para pensar y componer cosas nuevas, y nuevas formas de enfrentar las altas y bajas de la vida, a eso es a lo que se han dedicado los integrantes de la banda británica Coldplay desde su última visita a México en 2010, pero en todo ese tiempo no se han olvidado de la experiencia que es tocar en países de Latinoamérica.
Chris Martin, Jonny Buckland, Guy Berryman y Will Champion decidieron que su siguiente aventura por el mundo arrancaría del otro lado del Atlántico, sí, en América Latina, donde con el paso del tiempo han encontrado un oasis de energía al cual se han vuelto adictos y no dudan volver cada vez que pueden. Dentro de ese energético espacio se encuentra México, donde la banda se presentará este 15, 16 y 17 de abril, como parte de su gira A Head Full Of Dreams.
“Hemos sido muy afortunados de que en cada lugar donde tocamos tenemos públicos verdaderamente increíbles, pero en México (y otros países de Latinoamérica), el ruido, el sentido de comunidad cuando tocas en un concierto es realmente muy adictivo y te hace sentir muy bien, nos volvemos mucho más seguros y nos da muchísimo placer tocar en estos lugares.
“Cuando salgo al escenario a tocar un solo, aunque estuviera lleno de adrenalina e inyectado con todas las drogas del mundo, no se compara, la sensación que tengo es indescriptible, por eso decidimos comenzar el tour allá, porque son lugares llenos de energía en los que nosotros nos podemos contagiar y recargar para así poder continuar hacia el resto del mundo”, explicó a Excélsior Chris Martin en entrevista telefónica, desde algún lugar de Inglaterra.
Fue en marzo de 2010 cuando los británicos visitaron por última vez México, donde cerraron la exitosa gira mundial Viva la Vida Tour. La capital del país los vio despedirse de sus seguidores con dos conciertos –llenos en su totalidad– en el Foro Sol, en donde las sorpresas fueron un elemento básico; ahora, seis años después de esa despedida, Coldplay regresa con sorpresas y música nueva para deleitar a sus fans.
“Ha sido mucho tiempo para mí y para todos en la banda. La última vez que estuvimos en México tocamos en ese increíble lugar que tienen (Foro Sol) y fue sorprendente, el público fue increíble, pero después de esa visita estábamos conscientes de que no podíamos ni debíamos sólo tocar, así que decidimos hacer un tipo de música un poco diferente, dejar de tocar en vivo por un tiempo para que así la siguiente vez que fuéramos a México pudiéramos darle al público algo nuevo: música nueva y una nueva perspectiva de los conciertos en vivo.
“Ahora estamos de regreso con este gran tour con el que estamos muy emocionados de que podemos regresar y no podemos esperar volver a estar por allá. Es increíble que los tres conciertos se hayan agotado, lo único que podemos decir es ¡gracias a todos los que van a ir! Estamos muy agradecidos (en español), vi en el periódico que The Rolling Stones acaba de estar ahí y en verdad para nosotros tocar en ese mismo escenario y regresar a la Ciudad de México es un sueño hecho realidad”, agregó el vocalista, quien por momentos prefiere hablar en español.
Vida y retos
A Head Full Of Dreams, álbum que da nombre a la gira, es la séptima placa de la banda británica, que fue grabado entre los últimos meses de 2014 y los primeros de 2015, justo después de que Coldplay terminara la grabación de Ghost Stories. Con esta producción los británicos decidieron experimentar con un estilo y sonidos diferentes a lo que habían hecho con anterioridad, con el que querían lograr un trabajo colorido.
A la par de la realización de este álbum, Martin se encontraba aprendiendo a lidiar con las emociones de la separación y el posterior divorcio de quien fuera su esposa por poco más de 10 años, la actriz Gwyneth Paltrow, lo cual tuvo un impacto positivo en la vida musical del vocalista.
“Pienso que no viví un tiempo más difícil o complicado que ninguna otra persona, sólo fue que atravesé algunos cambios en mi vida y soy muy afortunado por haber tenido gente maravillosa a mi lado dándome consejos y guía. La última vez que terminamos una gira larga estaba un poco perdido como persona y decidí leer libros de poesía, así que después hicimos Ghost Stories, un disco tranquilo e introspectivo. Cuando lo terminamos –que fue una especie de catarsis– creo que yo y el resto de la banda estábamos en un lugar muy placentero”, destacó Chris Martin.
