Por: Edgar Olivares González
Las elecciones de 2016 en 14 estados de la República – en 12 de ellos eligieron gobernadores – representan una batalla que provocó severos daños colaterales en diversos personajes políticos.
Arturo Zamora Jiménez. El Senador por Jalisco también es secretario de Acción Electoral del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Perdió mucho. Su cargo partidista es uno de los más cercanos al líder nacional.
No cumplió el objetivo de tener buenos resultados para su partido. La pregunta es si esta derrota lo deja en desventaja para lograr ser candidato del PRI a la Gubernatura de Jalisco en 2018. Creo que el escenario es adverso para él y su grupo.
Zamora tiene buena imagen en Jalisco y tampoco hay otros liderazgos que sean visibles, pero tras la derrota del PRI en 7 de 12 entidades, otros personajes del tricolor buscarán posicionarse para dar la batalla dentro de este partido político en el estado. Enfrente tienen al rival a vencer: Enrique Alfaro Ramírez
Manlio Fabio Beltrones. Este fue el mensaje de derrota de Manlio Fabio Beltrones Rivera en Twitter: «El PRI asume con responsabilidad el mensaje de la ciudadanía al partido y a sus gobiernos. Hay cosas que reflexionar y cambiar».
Manlio pronosticó 9 gubernaturas para el PRI y sólo ganó 5. El «poderoso» líder nacional del tricolor fue el gran perdedor. Ayer se limitó a decir: «Las derrotas no son para siempre». Eso es cierto, pero la frase me recuerda al PRI de Roberto Madrazo en 2006.
Consultados por este reportero, priistas de Jalisco señalan que con estos resultados el PRI nacional volteará al estado y apoyarán con todo al partido para retener en el 2018 la Gubernatura.
Recordaron cómo en 2015 a pesar de la fuerte derrota ante Movimiento Ciudadano, el PRI nacional, lejos de ser solidario, se congratuló de su triunfo en el Congreso federal y dejaron entrever que fue lo único que les importó. Hoy los estados deberán ser prioridad, coinciden los tricolores.
Por cierto, más de uno se mofó con el twitt del diputado local del PRI en Jalisco, Toño López, porque presumía su apoyo -junto con Hugo Contreras, Jorge Arana y Osvaldo Bañales – en las elecciones de Chihuahua, que perdió el PRI. Más de alguno ironizó con el tema: «Por eso perdieron Chihuahua».
Los ganadores en todo esto fueron los panistas. A nivel nacional la marca recobró valor. En Jalisco andan contentos, pero el reto en el estado no está sólo en vencer al PRI, sino a Movimiento Ciudadano y requieren liderazgos que compitan. No los veo aún.
