Donald Trump culpó a los medios del escándalo que surge a partir de sus declaraciones donde señaló que aquellos que apoyan la Segunda Enmienda podrían hacer algo si ella llega al poder.
«Denme un respiro», dijo el candidato a Fox News, mismo quien insistió que se refería al poder de los votantes.
«No puede haber otra interpretación», puntualizó Trump.
El magnate de bienes raíces afirmó que nunca hizo un llamado a la violencia contra Hillary Clinton, sin embargo, los opositores a Trump de todos modos atacaron las declaraciones de Trump y su carácter, uno que anteriormente ha sido señalado como inadecuado para la presidencia.
Entre aquellos que condenaron el supuesto llamado a la violencia están Tim Kaine, mismo que expresó que nadie que aspire a una posición de liderazgo debería de consentir la violencia.
«Suena como una broma que salió mal. Espero que aclaren esto muy rápido. Uno nunca puede bromear sobre algo como eso», declaró el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
Rudy Giuliani fue de los que sí salieron a defender a Trump.
«Comprarán cualquier frase, cualquier distorsión y vuelta que planteen los Clinton», aseguró el ex Alcalde de Nueva York y simpatizante del candidato republicano.
Su rival demócrata, Hilary Clinton, aprovechó la declaración para señalar que en Estados Unidos no se tolerará a políticos de la clase de Trump.
Este escándalo desvió la atención de lo que Trump en realidad quería tratar durante la conferencia, y eso era la presentación de su plan económico, entre lo que propuso una reducción de impuestos.
FUENTE:MURAL
