Con el decreto por el cual se designa Parque Nacional al Archipiélago de Revillagigedo, México protegerá su biodiversidad y patrimonio natural, lo que contribuye al liderazgo del país en materia de conservación.
El Parque Nacional Revillagigedo será el más grande de América del Norte, lo que marca un momento histórico en la preservación de las áreas naturales y mares y en la contribución de México para dejar un mundo mejor a las futuras generaciones.
El pasado 5 de octubre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dio aviso de ese decreto que abarcará más de 14.8 millones de hectáreas, donde quedará prohibida la pesca (comercial o deportiva) y no se permitirá la instalación de hoteles.
De acuerdo con el Estudio Previo Justificativo para la declaratoria del Parque Nacional Revillagigedo. Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, México es un país privilegiado por albergar un patrimonio natural extraordinario que lo convierte en uno de los países megadiversos del mundo.
Entre los bienes naturales más valiosos de la nación se encuentran casi cuatro mil islas ricas en biodiversidad terrestre y marina, y con elevados niveles de endemismos insulares en el mundo.
Apenas viernes 24 de noviembre, el presidente Enrique Peña Nieto firmó el decreto del Parque Nacional Revillagigedo, mediante el cual queda prohíbida toda actividad pesquera, así como la extracción de recursos naturales y la construcción de infraestructura hotelera en esa zona del Océano Pacífico.
El Archipiélago de Revillagigedo está conformado por cuatro islas oceánicas tropicales de origen volcánico, geográficamente aisladas (Socorro, Clarión, San Benedicto y Roca Partida) que poseen algunos de los ecosistemas terrestres y marinos mejor preservados del mundo, con fauna como tiburones, mantarrayas, peces pelágicos, mamíferos marinos y tortugas.
Por ello, la Secretaría de Medio Ambiente, a través de la Conanp, elaboró el estudio previo para proponer el establecimiento del Parque Nacional Revillagigedo, cuya biodiversidad, ecosistemas y paisajes son una prioridad para México.
Con el apoyo y la coordinación de diversas instancias federales, una red de científicos desarrolló proyectos de investigación en temas diversos, a fin de asegurar la integridad de uno de los lugares más sobresalientes por sus atributos universales en términos ecológicos y geológicos.
El nombre que se propuso fue Área Natural Protegida (ANP) con la categoría de Parque Nacional Revillagigedo, localizada en el Pacífico Mexicano, a 540 kilómetros de Los Cabos, Baja California Sur y a 890 kilómetros del puerto de Manzanillo, Colima con una superficie de 14 millones 808 mil 780 hectáreas.
El acceso al lugar sólo es posible mediante embarcación si se parte de los principales puertos cercanos en la costa del Pacífico Mexicano como Cabo San Lucas, Baja California Sur; Mazatlán, Sinaloa; Vallarta, Jalisco; y Manzanillo, Colima, ya que en el área se carece de capitanías y puertos comerciales.
En el nuevo parque no se permitirá, además de la pesca, explorar ni explotar hidrocarburos, o llevar a cabo acciones de minería, y que sí se lleven a cabo actividades de turismo sustentable como el buceo, que se practica a pequeña escala.
En el Parque Nacional se luchará para erradicar especies invasoras que llevaron pescadores hace décadas, como gatos o ratas negras y reintroducir otras que se extinguieron en su hábitat natural y ahora se reproducen en cautiverio. Además, se usará tecnología para detectar la intromisión de barcos pesqueros conectados satelitalmente y drones para evitar la pesca furtiva.
Dada la importancia de conservar los ecosistemas terrestres y marinos, únicos en el mundo, de las islas del Archipiélago de Revillagigedo y sus aguas circundantes, el gobierno de México ha hecho diversos esfuerzos para su conservación y manejo.
En esa zona se han presentado importantes impactos ambientales desde el siglo pasado. En la parte insular ha existido destrucción y perturbación de la vegetación nativa, erosión del suelo y la reducción de poblaciones de fauna silvestre que ha llevado a la extinción de algunas especies.
En la zona marina se enfrentan amenazas derivadas de la pesca industrial y capturas incidentales, además de que las aguas que rodean las islas del archipiélago son utilizadas por barcos de pesca comercial que explotan especies de alto valor como atunes y diversas especies de tiburones.
A pesar de la evidencia y reportes de captura incidental en la zona, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no reporta ilícitos en materia de impacto ambiental, recursos marinos, vida silvestre y zona federal marítimo terrestre en su registro histórico.
Por ello era indispensable ampliar la cobertura del área a través del decreto del Parque Nacional Revillagigedo, para extender su protección a la Zona de Amortiguamiento del Sitio de Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El Parque Nacional tendrá la capacidad de asegurar la sustentabilidad de la industria pesquera, la conservación de la biodiversidad y un desarrollo ecoturístico sostenible y de alto valor agregado.
También garantizará la protección a perpetuidad de más de 14 millones de hectáreas y reducirá en gran medida los impactos negativos de la pesca comercial en las poblaciones de tiburones, mantarrayas, tortugas y mamíferos marinos.
Por otra parte, las ventajas a la industria pesquera en el mediano plazo serán considerables por la repoblación y recuperación de las poblaciones. Entre los beneficios destacan: los medios de subsistencia de quienes dependen de la pesca son protegidos a perpetuidad; las cadenas alimentarias y ecológicas tienden a estabilizarse y equilibrarse; los stocks de pesquerías se incrementan.
Además, la biomasa aumenta en forma considerable, así como el tamaño promedio de los animales; la diversidad o número de especies crece de manera significativa y las especies explotadas tienden a mostrar incrementos relevantes en sus poblaciones.
El manejo y la gestión del Parque Nacional Revillagigedo estarán orientados al cumplimiento de los objetivos de conservación y aprovechamiento sustentable y para ello será necesario implementar esquemas de operación que faciliten un manejo integrado de las porciones terrestres y marinas del área.
Así los objetivos son: Conservar los ecosistemas marinos y terrestres; asegurar la biodiversidad; promover el desarrollo de actividades económicas que favorezcan un manejo sustentable de los recursos naturales, en particular las actividades turísticas en el área.
En coordinación con la Secretaría de Marina (Semar) y la Profepa se mantendrá vigilancia en las islas para garantizar la conservación de los recursos naturales ante la fragilidad de los ecosistemas y la presión ejercida por la pesca industrial y en menor medida por el turismo.
La normatividad, vigilancia, permisos y autorizaciones correspondientes, estará a cargo de la Secretaría de Marina, la delegación federal de la Secretaría de Medio Ambiente en Baja California Sur y la Dirección General de Vida Silvestre y la delegación federal de la procuraduría ambiental en esa entidad.
La operación del Parque Nacional Revillagigedo estará a cargo de una dirección del área, que será responsable de coordinar e integrar todas las actividades y recursos humanos y financieros para alcanzar los objetivos de conservación del área, mediante una estrategia integral que incluya la protección de recursos naturales, la restauración de áreas degradadas y su aprovechamiento sustentable.
Dentro de las fuentes de financiamiento destacan, sin ser necesariamente las únicas: recursos fiscales aportados por el gobierno federal a través de la Conanp; aportaciones de organismos financieros internacionales; donaciones privadas y de fundaciones nacionales e internacionales a través de asociaciones civiles, entre otros.
