Jimmy Kimmel abrió la ceremonia 89 los Oscars como todos esperábamos, con la comicidad que lo ha llevado a la fama y ahora, a conducir los reconocidos premios cinefilos.
El anfitrión de este año, comenzó la noche con una referencia a la situación política de los Estados Unidos: “nos están viendo millones de personas en 25 países que ahora nos odian”. Pero, en contraposición, propone la unión entre los ciudadanos ante el panorama separatista que impera actualmente “si cada uno de ustedes trata de acercarse a alguien con quien esté en desacuerdo de manera positiva, no como liberales o conservadores sino como estadounidenses podemos volver a tener un país maravilloso”.
Por supuesto, el comediante no se olvidó de Matt Damon: “cuando nos conocimos, yo era el gordo”, bromeó.
También se mofó de la nominación de Meryl Streep pero hizo que el público le aplaudiera de pie a la “muy sobrevaluada actriz”.
La actriz fue aplaudida y ovacionada de pie por los asistentes como respuesta a lo que Donald Trump dijo sobre ella.
Kimmel mencionó a Meryl y al comentario de Trump acerca de que Streep es una actriz «sobrevalorada». «Por su trabajo poco inspirador y sobrevalorado, su trabajo mediocre», dijo Kimmel, ante la risa de Streep.
«Meryl Streep ha estado en más de 50 películas en una carrera sin brillo, vamos a darle a Meryl Streep un aplauso muy poco merecido», añadió.
Kimmel remató con otro comentario sobre Trump y su familia: «Lindo vestido, ¿es de Ivanka?».
