Descansa en soledad durante 30 minutos.- ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste solo en un lugar tranquilo y dejaste volar tus pensamientos? Disfruta del silencio por un momento y deja que tu cerebro repase los momentos de tu día, ya sea que haya sido uno bueno o uno malo, el chiste es darte el tiempo para reflexionar sin distracciones.
Planea tu semana.- Durante los fines de semana puedes planear las tareas importantes que ejecutarás en la semana. Tómate una hora y hazlo por escrito, así tendrás a la mano todo lo que debes hacer y no se lo confiarás sólo a tu memoria.
Crea un blog.- Escribir tu pensamientos y compartirlo te puede ayudar a lidiar con ciertas situaciones y permanece como un recordatorio de lo que has aprendido. Funciona como un diario que te ayuda a enfrentar tus emociones y que al mismo tiempo puede ayudar a otros. Es una buena forma de compartir con el mundo algo más que, puede o no tener relación con tu trabajo. Tú decides.
Haz ejercicio antes de ir al trabajo.- Las personas que se ejercitan antes de ir a trabajar aprovechan más el día, además, liberar endorfinas al comenzar el día los mantiene con más energía y al salir pueden concentrar su tiempo en otras actividades.
Desconéctate.- En la actualidad es extraño cuando alguien no está disponible todo el tiempo pero es saludable mantener un límite y no responder correos a todas horas, sobre todo después del trabajo. Asimismo, las redes sociales te pueden atraer todo el tiempo, pero también es sano establecer un límite, sobre todo una vez que llegas a casa.
