La gripe que venía arrastrando durante los últimos días de su vida no fue la causa, como parecía obvio y se mencionó de forma tímida al principio en muchos medios. Prince falleció como otras leyendas de la música, sometido por una adicción a la droga, en este caso los opiáceos.
Así lo han confirmado las autoridades este jueves a la agencia de noticias Associated Press y en condición de anonimato, sin que se hayan dado más detalles sobre su autopsia pero confirmando los temores que circularon desde el principio, que el cantante de Minnesota tenía una dependencia de un fármaco desde hacía tiempo, el Percocet. Prince apareció muerto en el ascensor de su casa-estudio el pasado 21 de abril, sorprendiendo al mundo por su temprana despedida a los 57 años. El responsable de éxitos como ‘Purple Rain’ y ‘Little Red Corvette’ no había dado señales de alarma en el pasado, manteniendo siempre un estilo de vida sano, al menos de cara a la galería. Sin embargo, días antes de su muerte, se supo que había tenido que realizar un aterrizaje de emergencia en Illinois por una supuesta gripe, aunque la versión no resultara del todo creíble puesto que estaba a tan solo unos minutos de su casa.
Prince ingresó en un hospital y fue tratado durante unas pocas horas y se marchó, en contra del consejo de los médicos. A raíz de ese caso, medios como TMZ descubrieron que había droga detrás y que el cantante había lidiado con médicos especialistas en adicciones. Uno de ellos, de hecho, fue el que encontró el cuerpo sin vida en la residencia de Paisley Park. A falta de una explicación más concreta sobre lo que había en su sistema, la investigación policial continúa para conocer el orIgen de la droga que consumía el cantante, quién se la suministraba y con qué frecuencia. Algunas personas, como el presentador Arsenio Hall, se han visto salpicadas por el asunto. Sinnead O’Connor, la cantante irlandesa, la acusó de haberle proporcionado drogas a Prince. Ahora hay una demanda de por medio.
