PLANIFICA EL MENÚ SEMANAL
Antes de que empiece la semana es aconsejable organizar las comidas y cenas. De este modo, no tendrás que improvisar, lo que te permitirá tener una alimentación más equilibrada y variada, y sobre todo, reducir la cantidad de alimentos desaprovechados.
REVISA LA DESPENSA Y LA NEVERA
Cuando vayas a diseñar el plan semanal de menús, echa un vistazo para ver los alimentos de que dispones. Así sabrás cuáles puedes utilizar para crear platos originales y variados, y cuáles tienes que comprar.
¡OJO A LA FECHA DE CADUCIDAD!
Es muy recomendable anotar en un listado los alimentos que se vayan agotando cada día. Asimismo, es necesario revisar las fechas de caducidad y de consumo preferente con cierta periodicidad. Así tendrás controlados todos los alimentos y sabrás en qué estado se encuentran. Haz la lista de la compra teniendo en cuenta esto y las cantidades que necesitas de cada producto.
COMPRA CON CABEZA
Intenta seguir un orden para respetar la cadena del frío y que el producto mantenga todas sus propiedades: en primer lugar los alimentos no perecederos, seguidos de los frescos, los refrigerados y, por último, los congelados. Además, una buena colocación en el carrito de la compra evitará que se dañen para que lleguen en perfecto estado a casa.
APROVECHA LAS SOBRAS
Los restos de una menestra de verduras pueden convertirse en el ingrediente perfecto para una pizza casera, y las sobras del guiso de carne del domingo te servirán para elaborar unas fantásticas croquetas.
